Vidas de salvadoreños en riesgo debido a la vulnerabilidad
Deslave en las comunidades de Los Angelitos 1 y 2, de Nejapa, octubre 2020 | Foto Radio YSUCA / R. Padilla
Esta semana se conmemoró 21 años del terremoto del 13 de enero del año 2001. Sismo de gran magnitud que dejó más de 900 víctimas mortales y que destruyó 11 de los 14 departamentos, en 45 segundos. Al 2022, el territorio nacional continúa en estado de vulnerabilidad.
Adalberto Blanco, parte de la Mesa Permanente Para la Gestión de Riesgos, señala que desde esa fecha a la actualidad, la vulnerabilidad sigue presente en el país. Según informes internacionales, la región Centroamericana sigue siendo una zona muy peligrosa, explicó Blanco. A esto se suma que el 88% del territorio salvadoreño es vulnerable, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Según Blanco, estos datos son alarmantes, ya que el 95% de la población de El Salvador está en riesgo. Es urgente que desde el Estado se tenga una visión prospectiva de la gestión del riesgo, ya que en la actualidad el desorden impera en temas de asentamientos humanos y construcción, explicó el integrante de la Mesa.
Pese a que es un país de alto riesgo, las construcciones no cesan. De forma reciente, el Gobierno anunció la construcción de un estadio en el predio de la escuela militar en Antiguo Cuscatlán, a pesar que la zona es de recarga acuífera, advirtió Blanco. Esto reduciría la permeabilidad de los suelos y vulneraría a las zonas bajas de San Salvador.
Magdalena Cortés, directora de la Fundación Maquilishuatl, FUMA, y miembro del Equipo de Coordinación de la Mesa Permanente Para la Gestión de Riesgos, además representante del Foro Nacional de Salud, dice que todo indica que las vulnerabilidades en el país lejos de disminuir se han profundizado, debido a que no se cumple con el ordenamiento territorial adecuado.
Esto será grave, ya que para este año se espera lluvia, por ende, humedad que genera vulnerabilidad profunda. “Nos pasará factura”, dice Cortés.
Los miembros de la Mesa Permanente Para la Gestión de Riesgos señalan que es urgente dejar de lado la visión emergencista en temas de protección civil y vulnerabilidad. De esa forma, no se tendrá a la mano, en un evento de emergencia, planes, diagnósticos y mapas sobre los riesgos de las comunidades.
Se necesita establecer los papeles de las brigadas de Protección Civil, municipal y locales, ya que es la única forma de superar las emergencias, sin poner en riesgo vidas humanas.