Para el catedrático e investigador del Departamento de Sociología y Ciencias Políticas de la UCA, Álvaro Artiga, la Asamblea Legislativa está siendo una sucursal del Órgano Ejecutivo, muestra de ello es que la agenda legislativa ha sido la agenda del Gobierno y el presidente de la República ordena tiempos y fechas en los cuales deben legislar los diputados.
Desde el pasado 1 de mayo, la Asamblea Legislativa ha destituido y elegido a funcionarios de la Corte Suprema de Justicia y de la Fiscalía General de la República y ha aprobado leyes cuestionadas por abrir las puertas a la corrupción. Además, ha creado Comisiones Ad hoc para investigar sobresueldos y fondos otorgados a ONG’s.
Para Artiga, cada vez hay menos voces disidentes dentro del Órgano Legislativo y la narrativa se centra en seguir alimentando el rechazo de la población hacia la clase política, pero encubre las causas reales de los problemas del país.
Para Artiga no ha cambiado en esencia la forma de hacer política en el país durante los últimos 30 años, excepto que hay concentración del poder en la figura del presidente, aún de las municipalidades afines al Gobierno, tal como ocurría en los años 50 y 60, durante las dictaduras militares.
Para el catedrático e investigador de la UCA, el país necesita la formación de una nueva clase política, para que haya funcionarios públicos que estén dispuestos a cumplir las leyes, que no estén dispuestos a reproducir las malas prácticas en la política y que no se subordinen al Ejecutivo. Este debería ser un proyecto de país a mediano o largo plazo, según Artiga.
