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El riesgo del proyecto de la construcción de la octava central hidroeléctrica en el río Sensunapán pone en alerta a los habitantes de la zona por los daños que pueda ocasionar al medio ambiente, pérdida de la producción agrícola, del agua y sitios sagrados indígenas.
Ante esto, la diputada del partido VAMOS, Claudia Ortiz, llamó a sus colegas diputados oficialistas a que no hagan aprobaciones simbólicas, sino que realmente protejan el patrimonio ancestral.
Ambientalistas y el Comité Indígena del Cantón Sisimitepet, en Nahuizalco, caminaron hace pocas semanas junto a periodistas a la orilla del río en las zonas de Paso Hondo, El Javío y los Carías para mostrar el valor del río y los impactos que causará a la gente y al ecosistema la construcción de la central hidroeléctrica.
Integrantes del Comité Indígena para la Defensa de los Recursos Naturales de Nahuizalco dicen que la producción del tule y los sitios indígenas están en riesgo con el proyecto.
La diputada Ortiz también dice que es urgente trabajar por la protección del medio ambiente.
Los Comités Indígenas de Nahuizalco y la Unidad Ecológica Salvadoreña, UNES, exigen a las autoridades correspondientes que se reconozca y preserve el patrimonio indígena en el departamento de Sonsonate y se preserve el río Sensunapán.
Además, los pueblos indígenas denunciaron abandono, porque ninguna autoridad les ha dado la mano, pese a que en la zona del río Sensunapán hay patrimonio cultural y ambiental.