Los periodistas se oponen enérgicamente a esta “Ley de Seguridad global” adoptada el viernes por la noche en la Asamblea Nacional. El texto, que debió ser enmendando, generó un álgido debate, en especial en relación al polémico artículo 24 de esta ley, que prohíbe “la difusión malintencionada de imágenes de las fuerzas del orden”, o de cualquier elemento que permita el reconocimiento de un policía o gendarme.
El proyecto de ley prevé penas de hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multas para quienes difundan imágenes de un policía o de un militar, si el objetivo es atentar contra su integridad.
Los sindicatos de periodistas y medios de comunicación ven en este proyecto de ley un intento por parte del gobierno de limitar la libertad de expresión y del derecho a informar.
Este sábado varios miles de personas salieron a la calle para manifestar su oposición a este texto, en ciudades como París, Marsella, Niza, Lille o Montpellier.
La organización Reporteros sin fronteras considera que “si las posibilidades de condena de periodistas son leves, los policías podrían proceder al arresto de periodistas que filman o fotografían operaciones policiales, lo cual es un obstáculo al derecho de informar”.
Unos 40 medios franceses acusaron al ministro del Interior, Gérald Darmanin, de querer limitar la libertad de prensa a través de este texto.