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Información no reservada

Gobierno de Bukele pagó más de $56 mil en supuesto balcón de mármol del salón rojo del Palacio Nacional que era de resina y fibra de vidrio, afirma especialista


Redacción YSUCA / 10 mayo 2024 / 4:43 pm

Palacio Nacional | Foto: Radio YSUCA

Por Kenia Gómez y Milton Rodríguez

El reloj marcaba las 12 del mediodía con 45 minutos. Desde afuera se lograba ver un andamio en el interior. Minutos antes, por una ventana del Palacio Nacional, se asomó un trabajador del Ministerio de Obras Públicas. Parecía desconocer que ahí se destruía una parte de la historia.

El color negro, amarillo y blanco destacaba entre la tierra y cemento de las gradas ubicadas en la entrada sur del inmueble. Eran algunas baldosas italianas de hace 100 años arrancadas y destruidas.

“Posiblemente van a quitar los pisos venecianos para poner cerámica”, es una de las conclusiones a las que llega uno de los especialistas en restauración de monumentos consultado por YSUCA. Su indignación aumenta a medida se entera de lo que llama “garrafales errores”.

No es para menos, pues sabe lo que implica restaurar un monumento nacional como el palacio. Al ver las fotografías que muestran las baldosas de mármol destruidas que estaban a la entrada del palacio y los pisos clásicos venecianos que han sido removidos del interior, lamenta lo que están haciendo al monumento nacional.

En el palacio había un laboratorio químico, uno de restauración y otro de especialidades, con el fin de conservar la joya arquitectónica, ya que el experto asegura que el palacio no necesita ser remodelado, sino restaurado.

Pero el cambio que le están haciendo al palacio es una remodelación, pues han removido baldosas de mármol gris que fueron traídas de Carrara, Italia. Este mármol se colocó en las 4 entradas del palacio, pero recientemente fueron arrancadas y tiradas como inservibles.

Los pisos internos también se han destruido. Son pisos venecianos traídos directamente para el palacio. Ese piso es preparado con polvo de mármol, pigmentos y cementos especiales, a eso se debe su durabilidad, explica el especialista.


Los pisos internos también se han destruido. Son pisos venecianos traídos directamente para el palacio. | Foto cortesía


La ministra de Cultura Mariemm Pleitez no ha emitido pronunciamiento ante los hechos ocurridos en el Palacio Nacional. Ha sido el ministro de Obras Públicas y Transporte, Romero Rodríguez, quien ha opinado sobre el tema, pero no para aclarar lo sucedido, sino para desacreditar la opiniones de ciudadanos críticos ante la destrucción del monumento nacional.

El ministro ha hecho varias publicaciones en su cuenta de X, en una de ellas aseguró que los gobiernos anteriores dejaron un balcón del palacio de “cartón o durapax”, pero cobraron como uno de mármol y fue hasta en el gobierno de Nayib Bukele que se restauró. El ministro se refiere al balcón del salón rojo o salón de honor que se encuentra en la entrada principal del Palacio Nacional.


Balcón del Palacio Nacional | Foto: Radio YSUCA


“Con eso quieren tapar todo lo que están haciendo con los mármoles y los pisos”, dijo un especialista conocedor de bienes culturales inmuebles, quien explicó que ese balcón se cayó en el terremoto de 1986 y de manera provisional se colocó uno de madera, que los mismos carpinteros hicieron con material que había en la bodega. Pero en el gobierno de Nayib Bukele, cuando Suecy Callejas era la ministra de Cultura y Mariemm Pleitez viceministra, se tomó la decisión de colocar un nuevo balcón, bajo la dirección de la arquitecta Maria Isaura Arauz, directora general de Patrimonio Cultural y Natural y de la arquitecta Rosmeri Flores de Reyes, de la Unidad de Conservación de Bienes Culturales Inmuebles del Ministerio de Cultura.

Se hizo un estudio para determinar si era viable una anastilosis, es decir, reconstruir el balcón con las piezas originales que se habían caído. Se buscaba verificar si piezas fragmentadas antiguas se podían volver a reconstruir. El análisis determinó que no se podía volver a instalar el balcón original. Sin embargo, se podía hacer de nuevo con los mismos elementos: polvo de mármol, cemento blanco y pigmentos. El análisis se entregó a Rosmeri Flores, pero decidieron hacer un balcón de resina y fibra de vidrio que costó casi 60 mil dólares.


Imagen retomada del Ministerio de Cultura


Ese balcón al que hizo referencia el ministro del MOP, si lo construyó este gobierno, pero no es de mármol como señala el documento oficial, afirma una fuente que supo de dicha construcción. El documento denominado “Servicios de elaboración e instalación de balcón de mármol del salón rojo del palacio nacional” fue elaborado de resina con fibra de vidrio y polvo de piedra para simular el mármol y tuvo un costo de $56,645.00, monto que se le pagó a Flores y Castillo Constructores S.A de C.V, según el documento publicado por el Ministerio de Cultura.

Desde ese balcón saludó el presidente Bukele, el domingo 4 de febrero, cuando se proclamó ganador el mismo día de las elecciones presidenciales y legislativas.

YSUCA quiso obtener la opinión de las arquitectas Arauz y Rosemary Flores para conocer detalles sobre la decisión que las llevó a construir el balcón de resina y fibra de vidrio, pero que se habría pagado como si fuera de mármol. Se solicitó una entrevista al correo comunicaciones@cultura.gob.sv, en dos ocasiones, pero no hubo respuesta, ni acuse de recibido.

También a través de un encargado de comunicaciones del MOPT, este medio gestionó el 6 de mayo la postura del titular de esa entidad, Romeo Rodríguez, para conocer los motivos de la intervención del Palacio y qué instancia supervisa los trabajos que se siguen realizando, pero al cierre de esta nota no había respuesta.


Foto: D. Rosales


El palacio está protegido por leyes especiales y cartas internacionales

La intervención en el Palacio Nacional ha sido catalogada como “una agresión” contra el patrimonio cultural por el historiador e investigador salvadoreño, Carlos Cañas Dinarte. Lo considera irreversible y una afrenta contra la identidad salvadoreña.



El historiador remarcó que los edificios también forman parte de la identidad salvadoreña, por lo que no proteger estos tesoros “es una agresividad de parte de los administradores del Gobierno y del Estado contra la misma población”. Cañas Dinarte señala que con estas acciones, el edificio patrimonial ha perdido parte de su valor cultural, de antigüedad, estético-arquitectónico y de autenticidad.

El palacio se había conservado intacto en el tiempo, haciéndolo uno de nuestros mejores exponentes de la arquitectura de inicio del siglo XX”, expresó el especialista.

El hermetismo y el silencio ha sido el aliado de los representantes del gobierno que no han emitido pronunciamiento público ante la destrucción de piezas históricas del monumento nacional. En los costados del palacio hay plásticos negros para que los transeúntes no vean lo que se hace al interior del monumento. Mientras a la entrada sur llegan camiones e ingresan material de construcción.

El lugar permanece custodiado por agentes de seguridad privada, uno de ellos dijo a este medio que está prohibido tomar fotografías a los trabajos que se realizan, ya que se requiere de un permiso del MOP. En los últimos días ha aumentado el hermetismo en los alrededores del lugar y han colocado más láminas para cubrir la zona.

En medio de las labores de “mantenimiento” que ha implicado la destrucción de piezas con más de cien años de antigüedad, todavía sigue en pie la estatua de Cristóbal Colón, Isabel La Católica y el rótulo azul y blanco que indica que el Palacio Nacional es un inmueble protegido por la Convención de la Haya de 1954.


Palacio Nacional | Foto: Radio YSUCA


Un restaurador de bienes culturales inmuebles dijo a YSUCA que los cambios en el palacio van en contra de la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural y de las Cartas Internacionales de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural.

El artículo 84 del Reglamento de la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador establece que “…los trabajos u obras propuestas para realizar… deberán llevarse a cabo con estricta supervisión de las normas e instrucciones técnicas establecidas en la autorización 2 respectiva, y queda facultada la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural para realizar las visitas e inspecciones necesarias a fin de controlar el cumplimiento de las mismas”. Sin embargo, dicha dirección guarda silencio.

El Salvador es miembro de la ONU y está adscrito a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la cual tiene dentro de sus funciones apoyar en la adopción de normas internacionales de protección de la cultura. Se ampara en las Cartas Internacionales de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural.

Las cartas son documentos para la preservación y protección del patrimonio histórico mundial, como la Carta de Atenas, Carta de Venecia, Carta de Burra, Carta de Cracovia, Normas de Quito y otras. Estas cartas son el fundamento a nivel mundial, en ellas se indica cómo se debe intervenir los inmuebles con valor cultural, de acuerdo a la problemática, es decir si se deben usar elementos de madera, elementos metálicos, etc. Cada carta tiene recomendaciones y criterios de restauración y lineamientos para conservar el patrimonio.

Esta información está contenida en la resolución pública 66/2020 del Ministerio de Cultura del 25 de noviembre de 2020, sobre una solicitud de información acerca de las Leyes y normas legales de intervención, restauración de inmuebles considerados Patrimonio Cultural.

También está la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, y la Convención sobre la defensa del patrimonio arqueológico, histórico y artístico de las naciones americanas, conocida también como Convención de San Salvador, aprobada el 16 de junio de 1976.

En la resolución pública, el Ministerio de Cultura hace referencia a los criterios de intervención del patrimonio cultural edificado. Señala que su conservación implica “la constancia en su mantenimiento, toda construcción nueva, toda destrucción y cualquier arreglo que pudiera alterar su originalidad debe ser desechada…”

Agrega que la restauración “es una operación que debe tener un carácter excepcional, deben respetarse los materiales y sistemas constructivos original para una mejor compatibilidad y funcionamiento de la intervención que se realice y teniendo como fin conservar y revelar los valores estéticos e históricos del inmueble…”

En el caso del Palacio Nacional no se han respetado los criterios de intervención del patrimonio cultural edificado, señalado por el mismo Ministerio de Cultura

El modernismo del que habla Bukele tocó a un monumento. A Bukele no le gustaba que el “salón rojo” del Palacio Nacional fuera de color rojo, porque según los expertos desconoce que es un salón de honor para entregar o recibir credenciales. El rojo significa elegancia y grandeza. Él quería que se quitara ese color “a lo mejor porque le recuerda a su partido”, expresó una de las fuentes consultadas por este medio.

Un jardín con 12 especies de palmeras y araucarias

Cuando inició la construcción del palacio, entre 1905 y 1911, luego que se quemara en 1889, se solicitaron todos los materiales de Europa, incluso existen documentos que se resguardan en el palacio que hablan acerca de los planos que fueron enviados a Hamburgo, Alemania, para definir el tipo y estilo de materiales.

El jardín del palacio tiene vegetación de tipo tropical, ha tenido 12 especies de palmeras y 5 araucarias. que representan a las 5 naciones de Centroamérica. Según las cartas de conservación, los inmuebles antiguos se embellecen con jardinería verde para combinar con la arquitectura. Pero los cambios en el palacio incluyen arrancar araucarias. Una de ellas fue sacada del palacio y trasladada afuera en un predio, en medio de los escombros, que ha dejado las recientes demoliciones en el Centro Histórico.


Fotos: Radio YSUCA


Según Cañas Dinarte, los “trabajos violentos contra el Patrimonio Cultural” se ciñen sobre la Ley de Protección del Patrimonio que establece que toda edificación de más de 50 años, y más con una declaratoria de ser un bien cultural de la nación, “tienen que ser intervenidas por equipos especializados y restauradas”. No es cuestión que llegue cualquier albañil a meterle mano porque no es cambiar el chorro o las cañerías, hasta para hacer eso se necesita personal especializado, explicó.

El experto recordó que durante el gobierno de Armando Calderón Sol, cuando el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte -Concultura- fue el pintor Roberto Galicia, se inició un proceso de restauración del edificio. Detalla que en ese procedimiento se hizo calas cromáticas con bisturíes para descubrir el color original del Palacio en sus diferentes áreas, entre otras cosas.



En esos días, el historiador visitaba todos los días el Archivo General de la Nación que por décadas ha permanecido al interior del Palacio. Eso le permitió ser testigo de la forma en que se hacían las restauraciones y hacerse amigo de buena parte de los restauradores a los que veía cada mañana.

Palacio Nacional resguarda el Archivo General de la Nación

Ante este panorama, el historiador se pregunta cuál es el estado del Archivo Nacional que, según sus estimaciones, tiene un aproximado de 10 millones de documentos que están almacenados en el Palacio que actualmente está siendo intervenido por el gobierno de Bukele.

El experto explica que ahí se conserva información de los archivos quemados en el incendio ocurrido el 19 de noviembre de 1889, así como la información oficial desde esa época hasta el presente.
El archivo almacena información sobre migraciones, el ejército salvadoreño, cancillería y colecciones enteras de documentación y correspondencia de los mandatarios del país.

Según el historiador, la agresión contra el patrimonio cultural es una constante en el actual gobierno, pues ha hecho una serie de modificaciones que, a su juicio, “no se justifican desde ningún punto de vista”. Recordó como hace unos meses también fue intervenida la Iglesia El Rosario, de San Salvador.



El simbolismo del Palacio Nacional es casi imperceptible para la mayoría de ciudadanos. Está Atenea y Apolo y en cada esquina del palacio hay una diosa con un gorro frigio, es Marianne, uno de los símbolos nacionales de la República Francesa. Representa la permanencia de los valores de la República: la Libertad, igualdad y fraternidad.

Marianne permanece quieta, como testiga de la destrucción del palacio. Ahí mismo donde un presidente inconstitucional piensa tomar posesión de su segundo mandato.


Marianne, uno de los símbolos nacionales de la República Francesa. |Fotos: cortesía


Una toma de posesión, violando la Constitución

Bajo este panorama, el historiador salvadoreño, Héctor Lindo, radicado en Estados Unidos, dijo que la puesta en escena operativa de la toma de posesión de Bukele “es un intento de legitimar una acto claramente violatorio de la Constitución”.



Lindo dice que hay que tener los ojos abiertos al mensaje que Bukele transmita en el marco de la toma de posesión, pues aparte de ocultar la inconstitucionalidad de su reelección podría dar un perfil demasiado alto al Ejército. A su juicio, esto podría representar el regreso de los regímenes militares que contrarían el espíritu de los Acuerdos de Paz.

Quienes han estado en el Palacio Nacional y conocen de cerca su historia, temen que Bukele quiera hacer del palacio “su casa”. Así opina una de las fuentes, quien prevé que el presidente busca posarse en esa área. “Creo que ahí va a recibir a su nuevo gobierno”, dice, como un presagio de lo que puede suceder, luego que inicie su segundo mandato.