OEA califica de autoridad pasiva al TSE por permitir ilegalidades
Por Kevin Muñoz
Foto: OEA
El Tercer informe preliminar de la Misión de Observación Electoral de la OEA en El Salvador hace énfasis en las reformas al Código Electoral que se realizaron a pocos meses de las elecciones, en las que se redujo el número de diputaciones para la Asamblea Legislativa, el cambio de fórmula de conteo de escaños y la reestructuración de los municipios de 262 a 44. Todo ello condujo al país a un sistema de partido predominante.
Para la Organización de Estados Americano, las reformas realizadas van en contra de la pluralidad política, que debe ser un elemento constitutivo de las democracias.
Para la Misión de Observación, todas las reformas realizadas a pocos meses de comenzar los comicios electorales, así como la modificación del Código Electoral para permitir dichas reformas no obedece a las buenas prácticas reconocidas internacionalmente para elecciones populares.
La observación también registró la elaboración de un memorándum para que las labores periodísticas cesaran a las 6:30 pm. ante lo que la presidenta de la MOE, Isabel de Saint Malo, publicó que la prensa debía tener total libertad para ejercer el ejercicio periodístico.
La Misión también identificó que miembros del partido oficialista ejercieron una posición dominante “dando órdenes en las instalaciones provisionales del TSE en San Salvador, en los centros de votación y en las JRV, ejerciendo abusivamente su derecho de vigilancia y realizando funciones que por ley no les corresponde”.
Sobre el escrutinio de los votos, la misión destacó que a diferencia de las elecciones de febrero, en esta ocasión se transmitieron los resultados de forma local, almacenando la información en las computadoras dadas a las JRV, pero que no se observó que los miembros de las JRV estuvieran debidamente capacitados para esas tareas.
La OEA dijo que documentó numerosos señalamientos sobre el accionar deficiente del TSE, por lo que no se contó con una justicia electoral efectiva. También señalaron que recibieron multitud de denuncias sobre propaganda ilegal, publicidad gubernamental y política partidista por parte de funcionarios, de las cuales solo en algunas se pronunció el organismo colegiado.
Para la Misión, el TSE jugó un rol pasivo como autoridad electoral permitiendo comportamientos ilegales que generaron condiciones de inequidad e “incentivando indirectamente a partidos políticos y sus simpatizantes a violentar la ley e intimidar a sus contrincantes políticos”.