El papa lavó los pies de doce mujeres
Foto: Papa Francisco
Nota de Radio Fe y Alegría, Venezuela
Por primera vez, un Papa incluye a mujeres en el lavatorio de los pies del jueves santo, Francisco lo hizo con doce privadas de libertad de una cárcel romana.
El Papa asistió al Complejo penitenciario Rebibbia para imitar el símbolo de Jesús, quien lavó los pies de sus discípulos como demostración de humildad.
Es la primera vez que la Iglesia incluye a mujeres en el acto simbólico del jueves santo.
12 privadas de la libertad, de diversas nacionalidades y confesiones religiosas, recibieron al Sumo Pontífice entre aplausos y saludos, en silla de ruedas y acompañado de varios sacerdotes, en una carpa instalada en el patio de esta cárcel, bendijo y lavó los pies a las reclusas que entre lágrimas recibieron el mismo gesto de humildad de Jesús con sus discípulos.
Jesús no se cansa de perdonar
El Papa no llevó un discurso escrito, pero si improvisó en el momento, recoge la prensa. Dijo: “en este momento de la cena, hay dos episodios que llaman la atención: el lavatorio de los pies de Jesús, Jesús se humilla, con este gesto nos hace entender lo que él había dicho que no he venido para ser servido sino para servir, nos enseña el camino de servicio”.
Posteriormente, “es la traición de Judas, que no es capaz de llevar adelante el amor y le lleva a hacer una cosa fea. Pero Jesús perdona todo, Jesús persona siempre, solo es necesario que nosotros pidamos el perdón”.
Finalmente, el Papa contó, “una vez escuché a una anciana sabia del pueblo: Jesús no se cansa jamás de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón”.
¿Qué significa el lavatorio de los pies?
Es una tradición católica del Jueves Santo que recuerda la humildad de Jesús al lavar los pies de los doce apóstoles en aquella última cena. Lo recoge el evangelio San Juan (Jn 13,1-20).
A lo largo de los años, trascendió la costumbre de que el sacerdote lave los pies de doce personas para demostrar que está y sigue al servicio de los demás.
El lavatorio de los pies simboliza también la hospitalidad. En la antigüedad, se hizo para la limpieza y bienestar de los viajeros; hoy podría estar dirigido a los migrantes, a las familias de pobres que se dejan la vida en los caminos buscando un hogar seguro.