“Si cierran Insaforp ya no podría seguir la carrera”: Jóvenes beneficiados con Insaforp en la incertidumbre
Foto Radio YSUCA
Por Milton Rodríguez
“A nosotros no nos han dado nuestro título y eso nos pone en alerta, porque no sabemos si nos van a dar el título o ya no. Quedamos en la incógnita de saber qué pasará”
Son palabras de Ronald Alexander Carvajal, un joven de 22 años de edad que recién terminó sus clases impartidas por el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional, Insaforp.
Su última clase del diplomado en soldadura mecánica fue el 23 de mayo pasado, y espera con ansias la fecha de su graduación. Sin embargo, la iniciativa del gobierno de eliminar el Insaforp, le preocupa.
Alexander reside en Soyapango. Al terminar su bachillerato obtuvo un trabajo temporal en una gasolinera, pero su interés por continuar su aprendizaje lo mantuvo pendiente de las oportunidades de formación que pudieran surgir.
En esa espera, el joven se enteró de un curso sobre soldadura mecánica que se impartiría cerca de su residencia y sería cubierto al 100% por Insaforp.
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Alexander no vaciló y de inmediato se inscribió al curso que duró 16 meses.
“Insaforp me consiguió trabajo”
Cada mañana a las 6.10 salía de su casa y abordaba la ruta 49 que lo trasladaba hasta la Ciudadela Don Bosco, donde se impartía la capacitación. Su horario de estudio se extendía de 8:00 a.m. a 5:00 p.m, pero no importaba, Alexander estaba cumpliendo un sueño.
En los últimos meses de la capacitación, Alexander ya estaba poniendo en práctica sus conocimientos de soldadura en una empresa.
Por medio de Insaforp logró trabajar en la construcción del nuevo centro comercial “Plaza Centro”, ubicado en el kilómetro 12 de la carretera Troncal del Norte, donde fue contratado formalmente.
“Ellos me consiguieron trabajo acorde a lo que estaba estudiando. Terminé el curso y llevo un año y medio de estar trabajando. Tengo plaza fija, gracias a Dios”, dijo el joven a Radio YSUCA.
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Pero la experiencia de Alexander podría ya no repetirse en otros jóvenes, o podría ser más difícil, ya que el pasado 29 de agosto ingresó a la Asamblea Legislativa la propuesta de Ley de Creación del Sistema de Integración, que busca la disolución del INSAFORP y del Instituto Nacional de la Juventud, INJUVE. En su lugar se pretende crear la “Dirección de Integración” que estaría adscrita al Órgano Ejecutivo.
Para Carvajal, quien fue beneficiado por Insaforp, dicha iniciativa de ley afectaría a muchos jóvenes que no tienen acceso a la educación universitaria.
El joven especializado en soldadura valora la labor de Insaforp, pues durante el curso aprendió otras áreas relacionadas al rubro.
“Encontrar un trabajo cuesta y que ellos (Insaforp) me faciliten ese acceso, para mí fue una gran ayuda, pues encontré trabajo de algo que estaba estudiando y no me resulta difícil”, expresó.
Destacó que al igual que a él, Insaforp capacitó y facilitó el trabajo a uno de sus amigos que se formó como electricista, a un joven que estudió automotriz y a otro que está aprendiendo el uso de máquinas “torno fresadora” para la mecanización de piezas metálicas. “A todos nos ha ayudado demasiado Insaforp, pues nos consigue la empresa para trabajar y estudiar”, indicó el joven.
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Christian Pérez, de 21 años de edad, estudió la misma carrera que Carvajal. A él, Insaforp lo colocó en una empresa de cortinas metálicas y tras aprender bien el oficio, decidió trabajar de manera independiente.
Se asoció con otro amigo para montar su propio emprendimiento. Echaron mano de sus ahorros y compraron su propio equipo de soldadura, pulidoras, taladros y otras herramientas.
Su trabajo consiste en cortar, pintar y hasta pulir material de acero. Principalmente se dedica a darle acabados a las casas. “Es mejor trabajar aparte porque uno ve un poquito más de ganancia que trabajar para una empresa”, opinó.
Brinda servicios de soldaduras a clientes ya establecidos, pero cuando están haciendo sus trabajos las personas se les acercan para contratarlos para próximos trabajos. Así nos hemos ido expandiendo, dijo.
Asegura haber escuchado sobre la posible disolución del Instituto, pero tiene la esperanza de que pueda obtener su titulación antes de que se apruebe la nueva normativa. No descartó que él mismo resulte afectado de aprobarse el anteproyecto.
Vanesa Figueroa, de 24 años, estudió un diplomado en pastelería y asegura que estos conocimientos adquiridos le han ayudado a desempeñarse bien en su actual trabajo, en una panadería europea establecida en San Salvador.
“Hay muchos jóvenes que en lugar de andar en la calle se dedican a tomar un diplomado en Insaforp. Cerrar ese gran proyecto sería una lástima”, mencionó Figueroa.
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Si cierran Insaforp “sería una tristeza ya que no podría seguir la carrera”
Una joven que prefirió el anonimato dijo a este medio que desconocía el contenido de la propuesta de disolución de Insaforp, pero destacó el valor que representa la formación en dicha entidad.
Ella también se ha beneficiado de Insaforp con un curso de cosmetología, donde aprendió a hacer planchados, peinados y cortes de cabello.
Luego del curso de cosmetología, decidió aprovechar las oportunidades que brinda la institución y actualmente está capacitándose en la carrera Mesero Bartender. “Insaforp da buenas oportunidades y muchas veces ellos mismos colocan a las personas en los trabajos”, apuntó.
“Es una institución que nos ayuda a muchas personas a tener un mejor futuro. Si lo cierran sería una tristeza ya que no podría seguir la carrera”, opinó la joven.
El impacto del cierre de Insaforp, lo prevé Jorge Alberto Viera, instructor de formación del INSAFORP, quien durante seis años, ha trabajado principalmente con personas que tienen pocas posibilidades de estudios universitarios.
Su trabajo lo desempeña en el programa de técnico permanente, donde gratuitamente da capacitaciones en programación, lenguaje de programación y otras.
Por su parte, Gabriela Martínez ha capacitado a trabajadores de distintas empresas durante los últimos cinco años. A título personal dijo a este medio que se mantiene en la expectativa de los cambios que podría implicar la nueva ley.
“El impacto no es sólo en el facilitador o la persona que se está formando, sino en toda una comunidad o en la familia”, consideró.
Con la nueva ley sólo el 20% será destinado para la formación
El presidente del Insaforp, Ricardo Montenegro, dijo recientemente que está “sorprendido” por la propuesta de ley, de la cual no fueron consultados. Recordó que en 30 años de existencia, la entidad ha capacitado a más de 5.6 millones de salvadoreños.
En 2022 se formaron 345,000 personas. “Este año nuestra meta era llegar a un nivel de 370,000, no sé si lo vamos a lograr, no sabemos cuándo va a pasar la ley”, dijo.
Montenegro explicó que para 2023 se han invertido $38 millones en formación y detalló que al año reciben aproximadamente $42 millones.
Cuestionó que la nueva ley establece que se utilice sólo el 20% de los ingresos de la institución para la formación. Es decir, el 80% restante podría ser utilizado para otros fines que sean prioridad por el ministerio de Hacienda.
La creación de la nueva Dirección de Integración se formará a partir de la disolución del Insaforp y el Instituto Nacional de la Juventud, INJUVE.
Este medio gestionó la postura del INJUVE sobre la propuesta que plantea su eliminación, pero al cierre de esta nota no se obtuvo una postura oficial.
Expertos en temas de juventud han advertido que de aprobarse la propuesta, se perderían los servicios institucionales que el INJUVE brinda, desaparecería la contraloría social ejercida desde las juventudes a las políticas gubernamentales en tal materia y se eliminaría la participación de la juventud en espacios de incidencia.
Esto contrasta con el discurso del mandatario salvadoreño que dijo al presentar su “Plan Cuscatlán”, que el bienestar social debía garantizar la inclusión, la no marginación y la igualdad de varios sectores, incluyendo a los jóvenes. La posible disolución de tales entidades podría suspender oportunidades de formación y empleo a miles de jóvenes que buscan estar alejados de las pandillas.
Un editorial de la UCA que fue publicado recientemente afirma que una política orientada a los jóvenes debe insistir en abrir posibilidades de emprendimiento y trabajo digno.
“No puede ser que los jóvenes se pudran en la cárcel, se consuman en trabajos mal pagados y sofocantes, o se vayan del país para huir del maltrato y la pobreza”, expresa la Universidad.
Subraya que la supresión del Injuve es signo de un profundo desinterés por el futuro, porque solo habrá futuro si se invierte adecuadamente en la juventud.
Los esfuerzos por atender a la primera infancia no darán resultados “si no tienen una continuación seria y bien planificada en una política de juventud” que tenga en cuenta los problemas de este sector, en la actualidad y en los próximos años, concluye el editorial de la UCA.