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Nacionales

San Óscar Romero: un santo sin justicia


Redacción YSUCA / 24 marzo 2023 / 2:26 pm

San Óscar Arnulfo Romero | Foto Vatican News

43 años han pasado desde que asesinaron a monseñor Óscar Arnulfo Romero y pese a que existe un proceso judicial, la Fiscalía General de la República no avanza en las investigaciones,   señalan los abogados querellantes en la causa penal.

Ovidio Mauricio, de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, dijo que desde que se reabrió el proceso en el 2017 y el juez cuarto de instrucción pidió a la Fiscalía investigar a los presuntos intelectuales y financistas del escuadrón de la muerte que asesinó a Romero, no se ha hecho nada aún. 

El abogado Alejandro Díaz, también de Tutela Legal, explica que no hay avances sustantivos, por ello la verdad sigue oculta, pese a que hay documentos que sustentan el caso.



Romero fue asesinado por un francotirador el 24 de marzo de 1980, cuando oficiaba misa en la capilla del hospital La Divina Providencia, en San Salvador. El ahora santo salvadoreño se pronunciaba contra la violencia y las violaciones a los derechos humanos en los años previos a la guerra civil, con lo que se alzó como un referente en la defensa de las personas más vulnerables.

La anulación de la Ley de Amnistía de 1993, por un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de 2016, permitió la reapertura del caso de monseñor Romero y de la masacre de unas mil personas campesinas en El Mozote y de 6 sacerdotes jesuitas asesinados en 1989, todos con pocos avances y sin resoluciones favorables a las víctimas. 

Ovidio Mauricio agregó que el Estado no muestra interés en esclarecer el caso, no investiga, no abre archivos militares ni de inteligencia, sino que continúan perpetuando la impunidad al proteger a los asesinos.



El Informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas de 1993 señaló como el responsable de dar la orden de asesinar a Romero al mayor Roberto D’Aubuisson, fundador de la derechista Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, partido del que fue diputado y candidato presidencial.

Dicho documento también apunta a que en la planificación y ejecución del asesinato participaron el capitán Álvaro Saravia, el capitán Eduardo Ávila, así como Fernando Sagrera y Mario Molina, entre otros.