El Salvador mantiene una trayectoria histórica de no priorizar la escala nacional desde su gran momento de modernización capitalista en la industrialización. Las estrategias de crecimiento económico no responden a proyectos de nación, sino a la lógica de negocios concretos de beneficio para algunos grupos dominantes y a la garantía de su rentabilidad, señala Mario Montesino, catedrático e investigador del Departamento de Economía de la UCA.
Montesino dice que en el caso salvadoreño en el que la economía está entregada a los afanes de lucro no se ha permitido que la fuerza productiva tenga un avance sustancial, ya que se ha deteriorado.
En este sentido, el país no cuenta con una proporcionalidad adecuada en su economía. Esto indica que no se tiene un crecimiento equilibrado y se forman las crisis, dijo Montesinos.
Según Mario Montesino, es necesario que el país adopte una política en la que el Estado tome un rol protagónico para la transformación productiva, sin que tengan que intervenir directamente en la economía.
En términos más específicos, se trata de generar una nueva matriz productiva en la que se incorporen, tanto en la producción como en el acceso de lo socialmente producido, a los sectores sociales y económicos excluidos históricamente, dice el investigador de la UCA. Ya que de esta forma, se podrá generar encadenamientos que agreguen valor en diversas escalas de lo local, así como con el mercado externo; buscando la articulación de distintas unidades económicas.
