El debate sobre la prohibición de la corrida vuelve a la arena política francesa
Torreador Alejandro Marcos en la Feria de Nimes, sur de Francia. © Anthony Maurin | Foto retomada de RFI
Nota de Radio Francia Internacional
Esta semana la Asamblea Naiconal debate una propuesta de ley para prohibir la tauromaquia, legal en tres regiones francesas. Más de 200 diputados, senadores y responsables locales firman una tribuna en la que denuncian que las tradiciones francesas son el blanco del “ecototalitarismo”.
El diputado antiespecista Aymeric Caron, de la coalición de izquierdas Nupes, presentará este jueves ante sus pares en la Asamblea la propuesta de ley para terminar con la corrida. Una propuesta que este sábado recibió el apoyo de varias asociaciones que se manifestaron en París.
“La muerte no es una tradición, queremos la abolición”, gritaban los manifestantes. Una propuesta de ley respaldada también por la actriz Brigitte Bardot con su fundación animal. Pero es poco probable que esta ley sea aprobada puesto que sufrió ya un primer revés en la comisión de Leyes.
Los aficionados a la corrida se manifestaron, por su parte, a través de una tribuna publicada en el diario francés Le Journal du Dimanche. “Prohibir la corrida es prohibir una cultura y humillar a un parte de nuestros compatriotas. No lo aceptaremos”, dice la tribuna firmada por 218 responsables políticos, entre ellos el ex ministro del Interior, Christophe Castaner o Charles Dayot, alcalde de Mont-de-Marsan, ciudad de las Landas francesas, de gran tradición torera.
En Francia, la corrida está protegida por el artículo 521-1 del Código penal que prevé un régimen de excepción en nombre de “las tradiciones locales ininterrumpidas”. Está permitida en algunas zonas donde la práctica está considerada como patrimonio. Hay tres regiones donde es legal: Nueva Aquitania, Occitania y Provenza-Alpes-Costa de Azul.
El debate sobre la tauromaquia no es exclusivamente francés. En otros países como España, Portugal, Perú, México, Colombia, Ecuador y Venezuela, con una tradición mucho más antigua que en Francia, también se debate de forma recurrente sobre si se debe o no prohibir la corrida en nombre del derecho de los animales que según, sus detractores, son sometidos a actos de crueldad en las plazas de toros.
En España, la cuestión depende de los gobiernos regionales, las comunidades autónomas. Es por ello que la legislación cambia de una región a otra. En Cataluña, la corrida fue prohibida en julio de 2010. Una decisión luego, seis años después, fue invalidada por el tribunal constitucional, pero prácticamente ya no queda ninguna corrida en la región. En las Islas Baleares no se prohibieron las corridas, pero sí matar al toro.
En el vecino Portugal, la muerte del toro se prohibió en 1928, pero las corridas siguen siendo muy populares. Hasta tal punto que se ha vuelto a introducir en algunos lugares la posibilidad de matar al toro.
En América Latina, las corridas de toros se agotan
Con Pauline Rouquette de France24
Al otro lado del Atlántico, las corridas de toros ya no son tan populares desde hace tiempo. Es el caso de Cuba, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay, donde la práctica, traída por los conquistadores en el siglo XVI, fue prohibida tres siglos después y, por tanto, ya ha desaparecido. En Panamá, está prohibido desde 2012.
A pesar de su abolición en 1894, las corridas de toros se siguen practicando en Venezuela, pero de forma relativa ya que solo dos provincias (Táchira y Mérida, en el oeste) las organizan realmente desde 2016. En las grandes ciudades, sobre todo en la capital, Caracas, la práctica se ha abandonado por completo.
En Colombia ha habido varios intentos de abolir las corridas de toros, que nunca han tenido éxito. Así, en algunas grandes ciudades se siguen celebrando corridas de toros con muerte del animal. Pero también en este país sudamericano la situación podría cambiar rápidamente, ya que el nuevo presidente Gustavo Petro se ha declarado un ferviente opositor a las corridas de toros. Ya se ha presentado un proyecto de ley para prohibir las corridas de toros.
Ecuador también está avanzando gradualmente hacia la abolición. Desde 2021, la capital quiteña prohíbe cualquier “espectáculo público o privado que implique sufrimiento, maltrato, muerte o cualquier atentado al bienestar animal”. Así que se acabaron las corridas de toros y las peleas de gallos.
En Ciudad de México (México), donde se encuentran las plazas de toros más grandes del mundo, con un aforo de hasta 50.000 espectadores, la práctica fue suspendida el pasado mes de junio por un juez llamado a pronunciarse sobre la denuncia de una asociación contraria a la tauromaquia. Cinco de los 32 estados mexicanos ya han prohibido estos espectáculos.
En Perú, en cambio, la tradición taurina se mantiene viva. A principios de 2020, el Tribunal Constitucional rechazó una demanda colectiva que pedía la prohibición de las corridas de toros y las peleas de gallos, argumentando que “no existe una Declaración Universal de los Derechos de los Animales”.