Régimen de Excepción no resolverá de manera permanente el problema de las pandillas
Desde hace siete meses, El Salvador vive bajo Régimen de Excepción, el cual de manera general es aprobado por la población, según la más reciente encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA, IUDOP. Según el sondeo, un 55.6% de la muestra abordada considera que hay menos presencia de pandillas en el lugar donde vive, mientras que un 88.4% dijo que el accionar de las pandillas en el país ha disminuido.
Omar Serrano, vicerrector de Proyección Social de la UCA, dijo que aunque haya aceptación de este mecanismo, ahora hay más personas que lo cuestionan. En mayo de este año se le otorgaba una nota de 7.99% y para septiembre obtiene una nota de 7.24.
Por otro lado, una parte de la población ha indicado que el modo en que se ha implementado el Régimen de Excepción no es el adecuado, ya que hay violación a los derechos humanos. Serrano explicó que ahora la extorsión la cobra el Estado a través de este mecanismo y la población ha comenzado a analizar que el Régimen de Excepción no resuelve el problema permanente de las pandillas.
Serrano explicó que quienes mejor valoran el Régimen de Excepción viven en el área rural, tienen menor nivel de escolaridad, se informan por los medios del Estado o no conocen a nadie inocente que haya sido capturado.
Los que peor califican el Régimen de Excepción son del área urbana, tienen mayor nivel educativo, no se informan por los medios del Estado y además conocen a alguna persona que fue capturada y creen que es inocente.
Para el vicerrector de Proyección Social de la UCA, ocultar la información del Estado ha incidido en que mucha gente siga aceptando este régimen.
La encuesta de la UCA revela que hay un descontento con el Régimen de Excepción que cada día va creciendo más. Omar Serrano dice que es urgente crear una estrategia de seguridad pública que se convierta en política de Estado y se deje de lado la constante violacion de los derechos humanos que se realiza bajo el Régimen de Excepción con el pretexto del combate frontal a la delincuencia.