Los desastres ocasionados por los fenómenos naturales son responsabilidad del Estado por falta de planificación, dicen los expertos

Colonia Nuevo Israel, San San Salvador, durante tormenta tropical Julia, octubre 2022 | Foto Audiovisuales UCA

El Salvador históricamente ha sido uno de los países más vulnerables, en el mundo,  ante la presencia de fenómenos climáticos, como lluvias, sequías y terremotos, entre otros. 

Se trata de un problema estructural e histórico, debido a la mala planificación urbana, el alto crecimiento poblacional y la mala gestión de la informalidad en las ciudades. 

Baltazar Ayala, promotor de Acciones por el Hábitat de La Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima, FUNDASAL, dice que con cada emergencia el problema siempre vuelve a poner sobre la mesa la precariedad de las viviendas de buena parte de la población.

Ayala agrega que aunque el panorama es lamentable, pareciera que en el país habitar en zonas vulnerables es la única alternativa que tienen muchas familias. No hay una política nacional de vivienda y este tipo de omisiones del Estado ha detonado que no exista un ordenamiento en la construcción.

Para el representante de FUNDASAL, el carácter social y la dimensión humana de las personas ha sido olvidado por completo en las planificaciones de la expansión de “la mancha urbana”, dejando a un lado el bien común del ciudadano. Un ejemplo de esto lo tenemos en Santa Ana, dice Baltazar Ayala.

Estas construcciones, poco amigables con el medio ambiente, encaminan al país por los senderos de la vulnerabilidad, dice Baltazar Ayala, promotor de Acciones por el Hábitat, de La Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima, FUNDASAL.