En El Salvador, no ha habido un estudio técnico que sustente las reformas a las pensiones que se han aprobado, empezando por la Ley del Sistema de Ahorros para Pensiones, la cual entró en vigencia en 1998.
Nayib Bukele dijo en cadena de radio y televisión, a propósito del bicentenario de la independencia de Centroamérica, que en 30 días presentarían a la Asamblea Legislativa una reforma integral de pensiones. Sin embargo, a once meses de aquella promesa, aún no la ha cumplido.
Patricio Pineda, fundador de la Mesa de Trabajo por una Pensión Digna, señala que el tema de pensiones no debería volver al cajón electoral, como ha ocurrido en las últimas décadas.
Patricio Pineda señala que cerca de 30 mil personas deberían jubilarse, pero no lo hacen porque saben que con el monto de la pensión que recibirían, se mueren de hambre.
Pineda afirma que la propuesta entregada por la Mesa de Trabajo por una Pensión Digna, comprende tres aspectos fundamentales que debería cumplir una reforma: lograr mejores pensiones, que incluya una reforma fiscal y que logre una estabilidad del sistema de pensiones.
Para alcanzar esto, se requiere una medida inmediata y otra medida en el mediano y largo plazo, explica Pineda.
Patricio Pineda, fundador de la Mesa de Trabajo por una Pensión Digna, afirma que uno de los retos principales del país es la universalización de las pensiones, ya que hasta el momento solo uno de cada cuatro salvadoreños cotiza al sistema de pensiones.
Además, Pineda recomienda que se inicie un proceso de educación previsional, a través del cual se incentive a los salvadoreños a que, desde temprana edad, pueda pensar y planificar su vejez, para que en la edad adulta pueda exigir sus derechos para la garantía de una pensión digna.
