La transfiguración de Jesús es un llamado a transformar nuestra sociedad
Transfiguración de Cristo en Plaza Cívica, San Salvador | Foto archivo YSUCA
El culmen de las fiestas patronales es el acto de la Transfiguración de Jesús, según explica el padre Lucio Reyes de la Vicaría Rutilio Grande de la zona norte de San Salvador. Fue el momento de un encuentro entre Jesús y dos profetas del Antiguo Testamento.
El sacerdote Lucio dijo que Jesús experimenta un anticipo de su gloria como Mesías y ahora es una invitación que se nos hace a transfigurar la vida.
La fiesta de la Transfiguración del Señor se venía celebrando desde muy antiguo en las iglesias de Oriente y Occidente, pero el papa Calixto III, en 1457 la extendió a toda la cristiandad para conmemorar la victoria que los cristianos obtuvieron en Belgrado, sobre Mahomet II, orgulloso conquistador de Constantinopla y enemigo del cristianismo y cuya noticia llegó a Roma el 6 de agosto.
El padre Edwin Henríquez enfatiza que esta fiesta nos llama a reivindicar nuestra vida y caminar.
La UCA ha señalado en diversos editoriales y opiniones que esta fecha es una buena oportunidad para que la jerarquía actual de la Iglesia Católica diga una palabra relevante, desde su perspectiva pastoral, sobre la situación del país. Para que el pueblo salvadoreño asuma su compromiso como una oportunidad de nueva vida, propiciando distintos dinamismos, potenciando las fuerzas positivas, orientando la realidad hacia otra dirección, abriéndola hacia nuevas y mejores posibilidades, generando esperanza real para los que han vivido malas situaciones.
El mensaje de la transfiguración de Jesús nos ofrece motivaciones de fondo para este propósito, enfatizando la necesidad de sembrar semillas de nueva humanidad, de compasión y generosidad, de justicia e inclusión.