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Miembros de la comunidad LGTBI+ en El Salvador aseguran que son necesarios espacios comunitarios donde puedan realizar acciones de esparcimiento sin ser objetos de discriminación.
A criterio de Katharine Susman, subdirectora de Programas del Comité Internacional de Rescate, IRC, un espacio seguro garantizaría servicios médicos, legales, psicológicos y brindaría un sentido de pertenencia a sus integrantes.
DIKÉ es una organización salvadoreña que provee educación, guía legal y asesoramiento en derechos humanos a personas LGBTI+. Durante esta pandemia del COVID-19 DIKE ha brindado servicio a más de 250 personas, garantizandoles sus derechos individuales.
Por su parte, Verónica López, coordinadora de Incidencia Política de DIKÉ, asegura que actualmente hay una deuda con la comunidad LGTBI+ y esperan que los nuevos funcionarios apoyen y garanticen sus derechos.
A criterio de Modesto Mendizabal, regente de la clínica en DIKÉ El Salvador, son pocos los avances en derechos individuales, salud y educación para la comunidad LGTBI+ en el país, a diferencia de naciones como Costa Rica que ha logrado fortalecer las garantías para este sector.