Las autoridades japonesas indicaron ayer martes que buscaban aislar esta nueva variante del coronavirus, detectada en cuatro personas llegadas desde Brasil: dos adultos y dos niños que ingresaron a Japón el pasado 2 de enero provenientes del país sudamericano. Uno de los cuatro contagiados, un hombre de unos cuarenta años, fue hospitalizado por dificultades respiratorias.
Según fuentes del ministerio japonés de Salud, la pesquisa par identificar esta nueva variante, podría llevar entre varias semanas e incluso meses. Ya el fin de semana pasado, Japón había notificado su existencia a la OMS.
Un investigador brasileño confirmó que esta variante del SARS-CoV-2 constituye una mutación de un linaje viral que se habría producido a fines del año pasado. Por el momento se ignora si es más contagiosa o peligrosa que las que ya han sido identificadas. El descubrimiento en diciembre de una variante altamente contagiosa en el Reino Unido, y de otra en Sudáfrica, han generado dudas e inquietud sobre la eficacia de las vacunas disponibles, que aún no han sido completamente disipadas.
Japón ampliará este miércoles el estado de emergencia ya vigente en Tokio y su periferia a siete otras regiones, debido al avance de la pandemia y el aumento de contagios. Se prevé un aumento de las restricciones en los departamentos de Osaka, Kyoto y Hyogo (oeste), Aichi y Gifu (centro), Fukuoka (suroeste) y Tochigi (este). En total, incluyendo a Tokio y su periferia, once zonas quedarán bajo estado de emergencia. Esto representa 70 millones de habitantes, un 56% de la población, y un 60% del PIB nacional.
Con AFP