Con Eric de Salve, corresponsal de RFI en San Francisco
Su rostro se ha convertido en casi tan emblemático como el de George Floyd en las manifestaciones contra la violencia policial en los Estados Unidos. El 13 de marzo, la enfermera afroamericana de 26 años recibió un disparo de la policía mientras veía la televisión en su sala de estar con su novio. Su muerte conmocionó a parte de Estados Unidos y provocó cuatro meses de manifestaciones particularmente tensas en Louisville.
Pero en su decisión, hecha pública el 23 de septiembre, el tribunal de Kentucky dictaminó que los tres policías blancos utilizaron la fuerza en defensa propia. La policía intervino con una orden de allanamiento que los autorizaba a entrar sin llamar. Pero cuando llegaron a la escena, los oficiales penetraron en el apartamento equivocado. Cuando irrumpieron en la casa de Breonna Taylor, quien aseguró que había confundido a los policías con ladrones. Sin embargo, los agentes afirmaron haber anunciado su presencia antes de entrar, una versión confirmada por un testigo, según el fiscal Daniel Cameron.
El hombre abrió fuego con un arma de fuego de propiedad legal, hiriendo a un oficial en la pierna. Respuesta policial inmediata: dispararon 32 balas, cinco de las cuales son fatales para Breonna Taylor.
Cuatro meses después, sólo uno de los policías fue finalmente acusado y sólo por poner en peligro la vida de otros, no la de Breonna Taylor sino la de sus vecinos que habían recibido 10 disparos en sus casas. No se presentaron cargos contra los otros dos policías. El abogado de la familia Taylor dijo que la decisión era “escandalosa e insultante” y estallaron inmediatamente más protestas en Louisville.
Dos policías heridos de bala
En este contexto de protestas, dos oficiales de policía resultaron heridos por arma de fuego.
“Dos policías fueron heridos de bala” en los incidentes y un sospechoso “está en custodia”, dijo en rueda de prensa el jefe interino de la policía de Louisville, Robert Schroeder.
El estado de salud de los agentes era estable, pero uno de ellos fue operado, precisó. La oficina local del FBI en Louisville, en el estado de Kentucky, comunicó que se encargaría de la investigación sobre estos hechos.