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La vivienda debe ser vista como un derecho humano, ya que es la posibilidad de ir desarrollando un proyecto de vida familiar y personal, esto nos indica que es un espacio de necesidad básica de la condición humana.
Es por ello que la directora ejecutiva de La Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima, Claudia Blanco, nos dice que es momento de romper con la propiedad privada en este tema que por años ha visto la vivienda como mercancía.
La Constitución de El Salvador, en su artículo 119, declara de interés social la construcción de viviendas, a fin de que el mayor número de familias salvadoreñas lleguen a ser propietarias de la suya; la Declaración Universal de Derechos Humanos, por su parte, afirma que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, entre otras cosas, la vivienda.
En este sentido Gustavo González de La Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua estima que la propiedad de las viviendas debe ser colectiva, esto es muy importante porque la vivienda no entra en el mercado inmobiliario.
En este sentido, dicen los expertos en temas de vivienda, El Salvador tiene un reto y consiste en garantizar el acceso a la vivienda para los más pobres del país; y eso pasa por reconocer la incapacidad del mercado para satisfacer el derecho que tiene esta población a una vivienda digna, por la voluntad política de los partidos en la asamblea a favor de la Ley Especial de Vivienda de Interés Social.