Unidad ISSS Ilopango, saturada de pacientes COVID-19
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Una usuaria del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, ISSS, acompañó a una familiar de la tercera edad a la Unidad Médica de Ilopango, debido a una emergencia de salud.
El parqueo de dicho centro asistencial ha sido usado para atender a pacientes sospechosos o positivos de COVID-19. Militares son quienes impiden el paso a dicha zona.
Sin embargo, el día que la usuaria acompañó a su familiar, había pacientes con sospecha de COVID-19 en los pasillos de emergencias de la unidad de salud, ya que el área COVID estaba colapsada.
Según el relato de la usuaria, quien pidió el anonimato, al lado de su familiar de la tercera edad estaba una persona a quien se le dificultaba respirar. Al ver la situación, una enfermera le indicó que debía alejarse y apresuró el proceso para que pudieran atender a la anciana y que no se siguiera exponiendo al contagio. Los consultorios donde estaban atendiendo a los pacientes sospechosos de COVID estaban junto a los consultorios de los pacientes que llegaban por otro tipo de emergencias.
La usuaria del ISSS también denunció que otrO de los errores en el manejo de la pandemia en la Unidad Médica del Seguro Social de Ilopango es el traslado de pacientes que sufren otras enfermedades en ambulancias, en las que trasladan a personas portadoras de COVID-19.
La denunciante manifestó que incluso trabajadores de esta unidad médica reconocen que hay saturación de pacientes.
La usuaria del ISSS lamentó que su familiar haya estado tan expuesta al contagio de COVID-19 e hizo un llamado a las autoridades a que mejoren los protocolos de bioseguridad y la atención, sobre todo de los adultos mayores, para garantizar la buena salud de los usuarios.
Hasta el 19 de octubre, el sitio web del Gobierno reportaba 712 pacientes en estado grave de salud y 314 en estado crítico por la COVID-19. Además, reporta más de 14,500 casos activos de COVID-19 en el país.
Además, médicos han alertado que el país cuenta con un subregistro de casos de hasta un 400 por ciento. “Esto se traduce en un estimado de un promedio de 17,000 muertes en exceso, versus 3,447 muertes por COVID-19 oficialmente reportadas”, según dijo el epidemiólogo Wilfrido Clara.