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Editorial

Crisis prolongada


Redacción YSUCA / 01 noviembre 2021 / 6:47 pm

Editorial UCA
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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) acaba de publicar un informe titulado “Desastres y desigualdad en una crisis prolongada”, en el que se recomiendan acciones para superar en el mediano-largo plazo los efectos de la pandemia de covid-19. Aunque en 2021 El Salvador ha experimentado un crecimiento económico extraordinario en comparación con la fuerte caída del año pasado, nada permite suponer que la tendencia se mantendrá en 2022. La prolongación de la crisis sanitaria, que continúa llenando las salas de cuidados intensivos y limitando las posibilidades laborales, hace prever un estancamiento. Y la crisis podría agudizarse si el Gobierno pierde posibilidades crediticias, no responde a los reclamos sociales y sigue abonando a la inseguridad jurídica.

En el informe se señala que Latinoamérica se encamina hacia el aumento de la población en situación de pobreza o de vulnerabilidad (personas que perciben un ingreso medio-bajo o inferior). Esta tendencia afecta especialmente a nuestro país, que hace unos años tenía prácticamente a un 80% de sus habitantes en situación vulnerable o de pobreza. Si a ello se suma el riesgo de desastres naturales propio de Centroamérica, el aumento de la pobreza y de la vulnerabilidad se vuelve una verdadera amenaza.

Frente a este panorama, la Cepal propone establecer sistemas de protección social universales y dignos. Proteger el ingreso familiar, garantizar la seguridad alimentaria, asegurar condiciones laborales y salariales igualitarias para la mujer, y defender el medioambiente son elementos también indispensables. Asumir con seriedad estas tareas para establecer un futuro diferente, más humano, más incluyente y justo, implica reconocer las graves deficiencias del país. Si los Gobiernos anteriores fueron lentos e irresponsables, el actual, tras dos años de ejercicio del poder y con un control casi total de la institucionalidad del Estado, carece de planes y proyectos para enfrentar los factores productores de riesgos.

La alianza con algunos sectores del gran capital y proyectos como el del bitcóin, el ferrocarril costero y el aeropuerto en el oriente del país son meros parches si no existe un plan de desarrollo bien establecido, evaluable y que contemple propuestas como las de la Cepal, que en muchos aspectos coinciden con los Objetivos del Milenio. La incapacidad de elaborar planes de desarrollo humano hace más urgente un diálogo nacional. Sin diálogo nacional, no habrá desarrollo humano. Gritar e insultar, discutir quién es peor hace perder un tiempo precioso y agudiza una crisis que no beneficia a nadie.