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Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, los salvadoreños, Noé Alvarado-Requeno, de 25 años, alias ‘Insolente’ o ‘Trankilo’, y Corea Díaz, de 39 años, alias ‘Reaper’, miembros de la Mara Salvatrucha, fueron condenados por asesinato y distribución de sustancias ilícitas, como integrantes de una agrupación de crimen organizado.
Los condenados controlaron entre 2015 y 2018 la división bautizada “Sailors Locos Salvatruchos Westside”. Las investigaciones revelan que la MS-13 envía “gran parte” de las ganancias que obtiene del narcotráfico a cabecillas de la estructura en El Salvador.
La pandilla cobraba “un alquiler” a las empresas que operaban en lo que ellos consideraban su territorio. También traficaba marihuana, heroína y cocaína.