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Información no reservada

Escuela del Hospital Bloom podría desaparecer por una decisión del Gobierno


Redacción YSUCA / 13 mayo 2023 / 2:15 pm

Por Kenia Gómez

Centro Escolar Reinaldo Borja Porras, hospital Bloom | Foto Radio YSUCA

En el décimo piso del Hospital Bloom, donde ya no llega el ascensor, está ubicado el Centro Escolar Reinaldo Borja Porras. “La escuelita”, así le llama Marina Müller, quien lleva dando clases a los niños del hospital por nueve años. 

Las estrechas gradas, después del noveno piso, llevan al pasillo pintado de azul, blanco y turquesa. Lo primero que salta a la vista es la palabra “Biblioteca” en lo alto de la pared.  A la derecha, el pequeño cuarto, las sillas y los cuadernos sobre las mesas indican que hemos llegado al centro escolar. Pero no es una escuela cualquiera, pues está ubicada al interior de un hospital.


Biblioteca, hospital Bloom | Foto Radio YSUCA


Comenzó a funcionar en el año 2001, por iniciativa de una maestra, quien tenía a su sobrino ingresado en el área de nefrología del Hospital de Niños Benjamín Bloom. Su condición médica no le permitía seguir yendo a la escuela y tomó la decisión de darle clases mientras estaba ingresado. Más niños se fueron sumando y no le quedó más que pedir a la ministra de Educación de esa época, Evelyn Yacir de Lovo, que le permitiera crear una escuela al interior del Bloom, donde los niños continuaran sus estudios sin riesgo a perder el año escolar. 

Actualmente son 75 los estudiantes, el 70 por ciento reciben clases en salas, es decir en el lugar donde están ingresados

Son 6 los maestros que se desplazan a donde están los pacientes. El 30 por ciento recibe clases en aulas estacionarias, para lo cual están destinadas 3 maestras. A las aulas estacionarias, los niños van y vienen cada día. Son niños y niñas pacientes del hospital que no están ingresados, pero tienen padecimientos que ameritan un aprendizaje especial.

Muchos son niños con epilepsia, dislexia, retraso mental y de lento aprendizaje que no se han adaptado a una escuela regular, explica la maestra del turno vespertino, Marina Müller.



Por todo son 9 los docentes que atienden de parvularia a noveno grado, en las dos modalidades en salas y aulas estacionarias. 17 estudiantes están matriculados en el turno de la mañana y 7 en la tarde. 

Sin embargo, luego de 22 años de creado el centro escolar surge la amenaza de cierre de las aulas estacionarias.


Centro Escolar Reinaldo Borja Porras, hospital Bloom | Foto Radio YSUCA


La decisión fue notificada por dos delegadas del Ministerio de Educación el día 9 de marzo de 2023, cuando fueron convocados los padres de familia de las aulas estacionarias de ambos turnos. A la reunión llegaron Marlene Solórzano y Erica Hernández, de la Dirección Nacional de Educación, quienes les manifestaron que sus hijos serían reubicados en escuelas cercanas al domicilio.

No ha habido diálogo ni consenso, es una decisión impuesta, dice Marina, la maestra del turno vespertino. Desde su punto de vista, que el Ministerio de Educación no tome en cuenta la opinión de los padres de familia y maestros es violatorio de los artículos 47 y 51 de la Ley Crecer Juntos, aunque se les ha vendido la idea que el cambio que se quiere hacer es en el marco de dicha ley.

El artículo 47 de la Ley Crecer Juntos señala que “Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a una educación de calidad, inclusiva e integral desde la Primera Infancia, que garantice el aprendizaje hasta alcanzar su máximo potencial de desarrollo”. Además, dice que “Los padres, madres, representantes o responsables tendrán derecho preferente a escoger la educación de las niñas, niños y adolescentes”.

Por otra parte, el artículo 50 señala  que “Las niñas y niños tienen derecho a recibir atenciones integrales y de calidad que propicien su desarrollo en la Primera Infancia”. Ambos artículos se estarían violando, dice la educadora. 

Las delegadas del Ministerio de Educación están decidiendo el destino educativo de los niños y niñas, con lo que violentan la ley. 

Esta semana les informaron que a más tardar el 17 de mayo los niños ya no podrán recibir clases en las aulas del Hospital Bloom. No es un consenso,  es una imposición, dice la maestra.



Obtención de firmas poco transparente

Las delegadas del Ministerio de Educación, en su afán de desaparecer las aulas estacionarias, usaron las firmas de asistencia a una reunión de los padres de familia para luego decir que eran firmas que indicaban que estaban de acuerdo con el traslado de sus hijos a otras escuelas, denunció la maestra. 

Ante la decisión vinieron también las ofertas. A Marina le ofrecieron trasladarla a la escuela Fernando LLort, de San Salvador, para que continúe trabajando con los niños. Pero querían hacerlo de manera obligada, lo que violenta la Ley de la Carrera Docente, que señala que no se puede obligar a un docente a trasladarse, si no quiere. “Hasta ese grado han llegado a querer violentar mi derecho como educadora”, dice Müller.

Pero además de las consecuencias para los maestros que pueden ser reubicados en otros centros escolares, no hay alternativa viable para los niños, niñas y adolescentes, ya que los quieren ubicar en escuelas cercanas al domicilio, pero que no son idóneas para el aprendizaje de los niños. 

Ante la posibilidad de que las aulas estacionarias desaparezcan, la maestra teme que los estudiantes abandonen sus estudios.



Para Marina Müller,  si los niños pasan a una escuela regular, no podrán llevar el ritmo del resto de alumnos, pues a ellos se les enseña de manera dosificada acorde a sus condiciones de salud. Pero además,  no tendrán las mismas condiciones que se le da en esa escuela de acuerdo a sus necesidades. Un ejemplo de ello es el caso de Nancy (nombre ficticio) de 16 años, quien para continuar estudiando lleva  a su bebé de 4 meses a clases.

Nancy fue violada por su abuelo y ahora debe enfrentar la difícil situación que sufren las mujeres al ser víctimas de ese delito. Sin embargo, Nancy tiene el deseo de seguir estudiando y ha encontrado en la escuelita del Hospital Bloom la posibilidad de continuar aprendiendo. 

En el aula, una vacinet al fondo llama la atención. Es donde la bebé de Nancy duerme, mientras la joven recibe clases. De eliminarse las aulas estacionarias del Hospital Bloom, difícilmente Nancy podrá continuar sus estudios en un ambiente que le garantice las condiciones adecuadas para ella y su hija.


Foto Radio YSUCA


Impotencia, dudas e incertidumbre de padres de familia que quieren que sus hijos sigan en la escuelita del Bloom

Los padres de familia se reunieron con el director del hospital Bloom, Ángel Ernesto Alvarado, para conocer si la idea de terminar con las clases en las aulas estacionarias venía de su parte.  Antes le enviaron una carta con fecha 16 de marzo. En la carta los padres de familia le plantean que en la escuela no hay ningún estudiante que no sea paciente del hospital. A la vez  expresaron su preocupación por la visita que realizaron las delegadas de Educación Inclusiva del Ministerio de Educación, Erica Hernández y Marlene Solórzano.



Las empleadas del ministerio les dijeron a los padres y docentes, en un primer momento, que el traslado de los niños y niñas a otras escuelas obedecía a la petición de las autoridades del hospital. Sin embargo, en la reunión que sostuvieron con el director, les dejó claro que no estaba en contra de que continuaran dando clases en el hospital desde las aulas estacionarias. 

El director les manifestó que del Ministerio de Educación lo visitaron  y le propusieron una nueva forma de trabajar con los niños del hospital, incluso le ofrecieron dotar de tablets y computadoras. 

Tenemos miedo de firmar, dicen los padres de familia


Foto Radio YSUCA


Los padres de familia del turno vespertino se han negado a firmar cualquier documento por temor a que sus firmas sean usadas para otros fines, como sucedió con los padres del turno matutino.

En la carta que los padres de familia han enviado a la primera dama le explican que sus hijos en las escuelas regulares han sido objeto de burla y discriminacion. Además los docentes de esas escuelas no atienden a los niños de manera adecuada y “retrasan el aprendizaje de los demás, de ahí el fracaso escolar y la desmotivación que al final se convierte en deserción escolar”, explican en la carta enviada a Gabriela de Bukele.





Además manifestaron que en la escuelita del hospital los niños reciben calidad, calidez, comprensión, fomento de valores, fortalecimiento de la autoestima, adecuaciones curriculares acorde a la madurez intelectual, entre otras condiciones. 

Los padres de familia han pedido la intervención de la primera dama y le han solicitado les conceda una audiencia, pero desde el 27 de marzo no han obtenido respuesta. 

Las delegadas del Ministerio de Educación les han dicho a los padres y docentes que poner fin a las aulas estacionarias en el Hospital Bloom es una orden de la primera dama.



La Ley Crecer Juntos se aprobó en junio de 2022, con el fin de garantizar la protección integral de la primera infancia, niñez y adolescencia. Según el  artículo 12 de la ley, prima el interés superior de la niña, niño y adolescente “en toda situación que favorezca su desarrollo físico, espiritual, psicológico, moral y social para lograr el pleno y armonioso desenvolvimiento de su personalidad”.  Además, el mismo artículo plantea que la madre, padre, representante o responsable tienen obligaciones en su rol de garante del desarrollo y del ejercicio de los derechos de la niña, niño o adolescente. “El interés superior de estos deberá ser garantizado por la familia, la sociedad y el Estado”.  


Maestra Marina Müller | Foto Radio YSUCA


Sin embargo, para la maestra Marina Müller, la decisión de enviar a los niños a otras escuelas en contra de su voluntad y la de sus padres viola la Ley Crecer Juntos.

Ante la decisión de carácter obligatorio, los padres, respaldados por la maestra, buscarán movilizarse de varias formas para lograr revertir la decisión del Ministerio de Educación y de la primera dama. 

La maestra Marina Müller llamó a unirse para que a los niños de la escuela Reinaldo Borjas no se les violen sus derechos.



Los padres de los niños y niñas de la escuela Reinaldo Borja Porras siguen esperando la audiencia que solicitaron hace más de un mes a Gabriela de Bukele, quien promovió la Ley Crecer Juntos. 

Lamentan que sea el mismo Ministerio de Educación quien esté obligando a la deserción.

¿El Ministerio de Educación está obligando a la deserción escolar?