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Opinión

Se persigue a quien dice la verdad


Redacción YSUCA / 23 agosto 2022 / 6:37 pm

Por Omar Serrano
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A propósito de la persecución de la dictadura nicaragüense contra miembros de la Iglesia Católica, las reacciones han sido diversas, desde la estupefacción hasta la justificación. En especial han llamado la atención hechos como la expulsión de las Misioneras de la Caridad y el arresto domiciliario del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, junto a otros cinco sacerdotes y seis colaboradores de su diócesis. De parte de los que intentan justificar lo injustificable he escuchado básicamente dos tipos de versiones: la primera apunta a que los religiosos y religiosas son agentes del imperialismo extranjero que quieren dar golpe de Estado al clan familiar y por eso está bien que se les expulse o encarcele. La segunda da razones que tienen que ver con las actuaciones de las personas de la iglesia. A estos últimos quiero referirme. El argumento de los primeros no resiste la más mínima crítica.

Entre los que tratan de explicar la persecución contra el clero he escuchado que los hombres de sotana han perdido el respeto de la gente; primero porque algunos viven en la opulencia mientras la feligresía pasa penurias; segundo, por los muchos casos de pederastia que han hecho que la confianza en ellos se derrumbe. Un tercer argumento remite a que una cosa es evangelizar y otra meterse en política. En el corto espacio que permite esta sección, quisiera responder puntualmente a estos señalamientos. Sin pretender restarle importancia a los lamentables casos en los que el estilo de vida de algunos prelados y sacerdotes son un verdadero antitestimonio y a los condenables delitos de pederastia que son un lastre para la iglesia, estas razones no son frecuentemente causa de persecución y de muerte. La falta de testimonio de seguimiento al Jesús que optó por los pobres es éticamente inaceptable, pero rara vez se persigue a un sacerdote por esta razón. Los casos de pederastia que han salido a la luz pública han sido motivos de escarnio social y de juicios legales por parte del Estado, pero persecución por ello, que yo sepa, no se tiene registrada.

Sin embargo, como nos recordó monseñor Romero, la verdad siempre será perseguida1, y toda persona o colectivo que diga y defienda la verdad será perseguida. A quienes se reprime, se expulsa y se encarcela son a aquellas personas que incomodan al régimen, porque lo cuestionan, porque denuncian las injusticias y la mentira. La gran mayoría de sacerdotes y pastores evangélicos asesinados durante la guerra civil de El Salvador y después de eso, lo han sido por su compromiso por cambiar el país y decir la verdad. Porque la verdad molesta a los poderosos. A quienes quieren justificar la represión y el encarcelamiento de personas de iglesia los invito a revisar la historia reciente de El Salvador para que comprueben que lo que está a la base de la persecución es el compromiso con los pobres y con la justicia. Cito solo los nombres de sacerdotes y pastores asesinados porque a ellos se dedica esta reflexión, aunque estamos conscientes de que son muchos más los mártires laicos y laicas que ofrendaron su vida por la justicia.

 

Fecha Nombre Hechos
12/03/77 P. Rutilio Grande Asesinado en la carretera a El Paisnal junto con dos campesinos. El hecho fue atribuido a un escuadrón de la muerte.
11/05/77 P. Alfonso Navarro Párroco de la Colonia Miramonte de San Salvador. Fue asesinado en su iglesia parroquial, junto a un muchacho que colaboraba como sacristán. La organización ultraderechista Unión Guerrera Blanca se atribuyó la autoría del crimen.
28/11/78 P. Ernesto Barrera Asesinado mientras realizaba labores de pastoral obrera.
20/01/79 P. Octavio Ortiz Luna Asesinado en una casa de retiros en San Antonio Abad, San Salvador por la Guardia Nacional junto a cuatro jóvenes.
20/06/79 P. Rafael Palacios Asesinado en Santa Tecla, luego de haber recibido amenazas de muerte del grupo ultraderechista Unión Guerrera Blanca.
04/08/79 P. Alirio Napoleón Macías Asesinado en la sacristía del templo parroquial de San Esteban Catarina, departamento de San Vicente. El hecho fue atribuido a un escuadrón de la muerte.
24/03/80 Mns. Óscar Arnulfo Romero Asesinado mientras celebraba misa en la capilla del Hospital “Divina Providencia”. Hecho atribuido a escuadrones de la muerte.
14/06/80 P. Cosme Spessotto Abatido a balazos por desconocidos, frente al altar mayor de su Iglesia parroquial. Su asesinato se atribuye a escuadrones de la muerte.
07/10/80 P. Manuel Antonio Reyes Párroco de Santa Marta en San Salvador. Después de ser sacado de su casa por las autoridades, apareció asesinado en un basurero. 
10/10/80 Policiano Albeño López, pastor protestante, y Raúl Albeño Martínez Mártires de la fe y la justicia.
23/11/80 P. Ernesto Ábrego Desaparecido con cuatro de sus hermanos.
02/12/80 Las religiosas Maryknoll, Ita Ford, Maura Clarke, Dorothy Kazel, y la misionera laica, Jean Donovan Violadas y asesinadas por soldados de la Guardia Nacional tras salir del Aeropuerto Internacional de El Salvador
07/08/85 Christopher Williams Pastor evangélico, mártir de la fe y la solidaridad
16/11/89 Elba Ramos y su hija Celina Ramos, y los sacerdotes jesuitas Ignacio Ellacuría,  Segundo Montes,  Joaquín López y López,  Ignacio Martín Baró,  Amando López, y Juan Ramón Moreno. Mártires de la UCA. Asesinados por su compromiso con la justicia social desde la fe y el análisis riguroso de la realidad
29/03/18 P. Walter Osmín Vázquez2 El jueves santo su vehículo fue interceptado por otro con tres hombres armados y con el rostro cubierto, que lo despojaron de sus pertenencias y le dispararon causándole la muerte.
19/05/19 P. Cecilio Pérez Desconocidos ingresaron a la casa parroquial en San José de la Majada y lo asesinaron.
07/08/20 P. Ricardo Antonio Cortez3 Al parecer su vehículo fue interceptado en el kilómetro 80 de la carretera del Litoral. Lo bajaron del vehículo y le dispararon. Arrastraron su cuerpo para ocultarlo en la maleza.
09/06/21 Pastor evangélico, Nelson Antonio Ramos Trabajaba en el rastro municipal y se dirigía hacia ese lugar cuando fue atacado en el kilómetro 73 de la carretera Panamericana que conecta Santa Ana y Ahuachapán.
31/03/21 Pastor de la Iglesia ELIM, Ricardo Mejía Fue interceptado por dos hombres con apariencia de pandilleros cuando caminaba frente  a una cancha polvosa. Los individuos lo acribillaron a balazos.
06/06/22 Pastor y director de colegio, Mario Davis Rivas Fue detenido durante el régimen de excepción,  el pasado 10 de mayo, durante una cena de celebración del Día de la Madre. De acuerdo con las fuentes, el profesor y ministro religioso padecía un cuadro grave de diabetes y, mientras estuvo encarcelado, solo una vez le dieron medicamentos para controlar su enfermedad.

Fuente: Elaboración propia con información de medios de comunicación y de documentos eclesiales

De todos los casos enumerados arriba, solo en el conocido como asesinato de las “Hermanas Maryknoll” y la masacre de la UCA se llevaron a juicio a los autores materiales de los crímenes. Los otros casos nunca se investigaron. Pero la persecución de la iglesia sigue siendo tan actual como en los años ochenta. El recién pasado 14 de agosto, el vicepresidente Félix Ulloa, declaró, en una entrevista publicada por Le Monde, que el asesinato de 87 personas los días 25, 26 y 27 de mazo “fue planeado por quienes quieren manchar la imagen del país: las pandillas, los periodistas, que han hecho de las pandillas una industria y los que financian a las pandillas”. El presidente no mencionó como detonante de los asesinatos la ruptura de un pacto entre el Gobierno y la principal pandilla del país. Además el funcionario puso en duda los testimonios de personas detenidas que dicen no pertenecer a grupos delincuenciales. Ulloa respondió “¿Según quién? ¿Ellos mismos? ¿Su madre? ¿Pastores evangélicos?…”el 80 % de los pastores forman parte de estas estructuras”4.

El poder siempre persigue a los que denuncian la verdad y desvelan las mentiras. Durante la guerra civil a los religiosos asesinados se les acusaba de estar vinculados a la guerrilla, ahora se hace lo mismo, pero con las pandillas. La lógica de los que están en el poder es la misma. Para ellos lo ideal sería una iglesia que se encierre en los templos, que solo hable del más allá y cierre los ojos a la realidad actual. Quiero terminar esta sencilla reflexión con la respuesta que Frey Beto dio a una periodista cuando le preguntó por qué se metía en política:

“Porque soy discípulo de un preso político. Hasta donde yo sé, Jesús no murió de hepatitis en la cama o de un accidente de camello en una esquina de Jerusalén. Murió como tantos presos políticos en América Latina desde los años 60 hasta los 80: fue detenido, torturado, juzgado por dos poderes políticos y condenado a ser asesinado en la cruz. La pregunta es otra: ¿qué fe cristiana es esa que no cuestiona el desorden establecido y aún canoniza las dictaduras y las acciones bélicas? Es bueno no olvidar que Hitler, Salazar, Franco y Pinochet se decían cristianos… Además, no hay quien no se meta en política. Hay quienes, ingenuamente, se consideran neutrales, exentos o ajenos a ella”5.