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Internacionales

Congreso de Guatemala suspende aprobación de presupuesto que desató protestas


Redacción YSUCA / 23 noviembre 2020 / 9:30 am

Manifestantes queman un muñeco que representa al presidente guatemalteco Alejandro Giammattei durante una protesta frente al Palacio Nacional un día después de que los manifestantes incendiaran una parte del edificio del Congreso, en la ciudad de Guatemala, el domingo 22 de noviembre de 2020. Las protestas estallaron por un nuevo presupuesto que reduce el gasto social. AP – Moises Castillo

RFI

El Congreso de Guatemala suspendió la madrugada de este lunes un polémico presupuesto para el próximo año, cuya aprobación desató protestas en las que manifestantes incendiaron la sede del Parlamento el sábado.

Con la corresponsal de RFI en GuatemalaDiana Fuentesy AFP.

El domingo, antes de que el Congreso diera marcha atrás con el polémico presupuesto, las calles del centro histórico de la ciudad de Guatemala se convirtieron en un campo de batalla entre policías antimotines y sociedad civil durante tres días de marchas consecutivas. Los manifestantes protestaban por la falta de respuestas del gobierno de Alejandro Giammattei luego de varios meses de confinamiento.

“Marchábamos tranquilamente y empezaron a lanzarnos gas lacrimógeno”, dice a RFI, la estudiante, Paola Solano, 19 años.

Las protestas del domingo transcurrían de forma pacífica, un día después de que un grupo de guatemaltecos quemara la sede del Congreso en protesta por la aprobación de un presupuesto que no contempla aumentos en las partidas sociales y prevé un fuerte endeudamiento público.

 “Con la finalidad de mantener la gobernabilidad del país y la paz social, hemos acordado suspender el trámite del presupuesto de ingresos y egresos del Estado y del Organismo Legislativo 2021”, informó el presidente del Parlamento, el oficialista Allan Rodríguez, en un mensaje a la nación por el canal del Congreso.

 Rodríguez explicó que el procedimiento legislativo fue suspendido y por tanto el decreto que avala el presupuesto ya no será remitido al presidente guatemalteco, a quien le correspondía aprobarlo o vetarlo.

Ahora, los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar un nuevo presupuesto, según estipulan las leyes guatemaltecas. De lo contrario, seguirá vigente el que regía este año, por unos 10.390 millones de dólares.

La indignación social de estos días responde también a la opacidad con la que se han manejado los recursos destinados a enfrentar la pandemia de coronavirus así como el rechazo que despierta la creación de un superministerio que encabezará un joven cercano al mandatario.

“Con lo de la pandemia se han robado millones, lucran con la salud del pueblo”, dice a RFI José Lemus sastre de profesión y que se acercó a manifestar contra el gobierno.

El Congreso había aprobado préstamos por más de 3.800 millones de dólares para atender la pandemia, pero apenas un 15% de esos recursos llegó a los guatemaltecos.

El manejo de la crisis sanitaria por parte de Giammattei, un médico de 64 años, ha sido criticada por su vicepresidente, la oposición y sectores sociales, que denuncian carencias en los hospitales y deficiencias para atender a los grupos afectados por los confinamientos.

Según datos oficiales, el covid-19 dejó casi 120.000 contagios y más de 4.000 muertos en este país de 17 millones de habitantes.

La Universidad de San Carlos, la única estatal del país, hizo un llamado para convocar un paro nacional el lunes y el Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) anunció que ese día bloqueará carreteras importantes del país.

El vicepresidente del país, Guillermo Castillo, que el viernes ofreció a Giammattei dimitir juntos “por el bien del país”, pidió este domingo al Ministerio Público (MP, fiscalía) que investigue la quema de oficinas del Congreso pero también la represión policial.

Si llegaran a renunciar ambos gobernantes, el Congreso tendría que juramentar al canciller, Pedro Brolo.

El secretario general OEA, Luis Almagro, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos criticaron el presupuesto y la violencia contra los manifestantes, tras condenar los incidentes del Congreso.