Con la corresponsal de RFI en La Paz, Gabriela Orozco, y AFP.
El candidato presidencial izquierdista Luis Arce encabeza la intención de voto en Bolivia a pocos días de las elecciones, pero se redujo la ventaja sobre su principal rival Carlos Mesa, según una encuesta difundida este viernes.
El exministro de Economía y delfín del expresidente Evo Morales acapara el 33,6% de las preferencias, seguido por el exmandatario de centro Mesa con 26,8%, según el estudio de la fundación católica Jubileo y una red de universidades.
“Saben que somos la primera fuerza. Por eso están llamando al voto útil”, dijo Arce. “Por eso estan diciendo que habrá segunda vuelta. El pueblo boliviano sabe que no puede equivocarse. Hay un solo camino y es el camino del Movimiento Al Socialismo. Vamos a construir la economía del país”.
Bolivia celebrará las elecciones en medio de su crisis económica más profunda en casi 40 años, con una contracción prevista del PIB de 6,2% en 2020, la peor caída desde la década de 1980 cuando vivió la hiperinflación.
La pandemia de coronavirus, que deja 137.000 contagiados y 8.100 muertos en este país de 11 millones de habitantes, acentuó los problemas de la economía boliviana, que cayó 7,93% hasta julio sobre igual período de 2019.
La tasa de desempleo urbano se disparó del 6,6% al 10,5% entre enero y agosto, según datos oficiales.
A pesar de la confianza de Arce, no todos los electores del MAS piensan que la victoria será sencilla.
“Vamos a tener que negociar con la oposición en el Parlamento”, dijo a RFI el simpatizante del MAS y abogado Iván Rodríguez. “Sobre todo para aprobar leyes que favorezcan a las mayorías”.
Así, Bolivia llega a las elecciones del domingo con un crecimiento en caída gradual desde 2014. En 2019 la expansión del PIB fue de 2,2%, pero para 2020, por la pandemia, se producirá una caída de 6,2% según el Banco Central boliviano y el FMI.
El próximo Ejecutivo que asumirá el primero de enero, deberá enfrentar los retos inmediatos de la pandemia, y además fortalecer la capacidad productiva y mejorar las oportunidades para la inversión privada, señala a la AFP el economista Roberto Laserna.