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Internacionales

Covid-19: comercio ilegal de plasma en Bolivia para curarse del coronavirus


Redacción YSUCA / 02 julio 2020 / 10:02 am

El paciente de coronavirus recuperado, Marco Saavedra, dona muestras de sangre para la extracción de plasma, en el banco de sangre Hemocentro en La Paz el 10 de junio de 2020. Además de los esfuerzos del Estado, las entidades privadas, incluidos los equipos de fútbol, están desarrollando campañas para “recompensar” a los pacientes recuperados de COVID-19 por dar su plasma de forma gratuita para el tratamiento de otros pacientes, después de que el Ministerio de Salud proyectara que para finales de julio Bolivia podría registrar hasta 100.000 personas infectadas con coronavirus y de 4.000 a 7.000 muertes. AFP – AIZAR RALDES

RFI

La Cámara de Diputados de Bolivia aprobó el miércoles por unanimidad la ley que fomenta la donación voluntaria de plasma hiperinmune. El tratamiento realizado con este componente de la sangre ha mostrado resultados favorables en la recuperación de pacientes graves infectados por Covid-19. La creciente búsqueda del fluido y el escaso suministro – junto con la crisis económica causada por los más de 100 días de cuarentena – han convertido al plasma en una mercancía comercializada ilegalmente.

Por Elianah Jorge, corresponsal de RFI

A pesar de la estricta cuarentena, Bolivia tiene más de 33.000 casos de Covid-19. La enfermedad ha matado a más de 1.123 personas en todo el país, que tiene poco más de 11 millones de habitantes.

En mayo, el Ministerio de Salud de Bolivia autorizó el uso de plasma hiperinmune para pacientes graves contaminados por el coronavirus. Sólo las personas infectadas que han dado negativo en dos pruebas pueden donar el fluido. Según los organismos oficiales, hasta el martes (30), Bolivia había registrado unos 9.340 pacientes recuperados.

Sin embargo, el suministro de este material -extraído de la sangre y del que se quitaron los glóbulos rojos y blancos- sigue siendo inferior al elevado número de personas infectadas. El plasma sólo puede ser inyectado si hay compatibilidad sanguínea entre el donante y el paciente. Los pacientes con tipos de sangre AB positivos y AB negativos son los que tienen más dificultades para obtenerlo.

 

Mercado ilegal de plasma

Con la ley de la oferta y la demanda, ha prosperado el mercado ilegal de plasma. En lugar de donar espontáneamente el fluido, hay quienes cobran por él.

La venta de plasma puede alcanzar los 3.000 dólares: muy por encima del salario mínimo boliviano, equivalente a 304 dólares al mes. Además, el desempleo en las zonas urbanas de Bolivia subió al 7,34% en abril de este año. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa es la más alta desde 2016.

Antes de que la Cámara de Representantes aprobara el texto que fomentaba la donación de plasma por parte de personas que habían superado el Covid-19, la ley de medicina transfusional ya prohibía la venta de sangre y derivados del plasma.

El texto aprobado el miércoles, y que depende de la votación en el Congreso, determina que “todas las transfusiones de sangre están exentas de remuneración tanto para los profesionales y/o técnicos a nivel institucional público, como para los donantes”.

Cada donación puede ayudar en el tratamiento de dos a cuatro personas. Muchos individuos que contrajeron Covid-19 estaban sufriendo prejuicios en el trabajo, por parte de vecinos e incluso por los familiares. La situación ha cambiado, y gracias a los incentivos la población considera ahora a los donantes como héroes, ya que pueden salvar vidas.

La ley exige la creación de un registro nacional de pacientes recuperados del coronavirus. El objetivo es obtener una base de datos actualizada y confidencial para ayudar a los pacientes en situaciones más graves.

SOS a través de las redes sociales

Hasta que el Senado apruebe el texto, la búsqueda de donaciones continúa en los bancos de sangre de todo el país. Pero las redes sociales están multiplicando las solicitudes de donaciones de plasma. Hay cientos de perfiles solicitando ayuda.

La dentista Rosa María Jordán recurrió a amigos, familiares y también a Internet, en la búsqueda de plasma hiperinmune compatible para sangre tipo O positivo.

“En nuestro caso, gracias a Dios, no había necesidad de pagar aparte. Escuché que algunas personas están cobrando por el plasma. Otros lo donan sin necesidad [de pago]. Sólo te piden que pagues para que el segundo análisis de sangre salga negativo”, explica Rosa, cuya abuela fue ingresada después de estar contaminada con el coronavirus. La anciana de 87 años se recupera bien después de su transfusión de plasma.

Rosa recibió ayuda de un pariente que tiene una fábrica. El empresario pidió a uno de sus empleados, que se recuperó de Covid-19, ayuda para que la abuela de Rosa pudiera recibir la donación voluntaria.  

La eficacia del plasma   

Todavía no hay suficientes datos sobre la capacidad de recuperación de los infectados que recibieron plasma. Según Stephano Lorini, en el hospital donde trabaja en La Paz, a ocho pacientes críticos se les ha aplicado el fluido. “Siete de estos pacientes fueron dados de alta. Uno de ellos murió desafortunadamente”, dijo a la RFI.

El plasma sanguíneo se utilizó por primera vez en Bolivia en el decenio de 1960 para los casos de fiebre hemorrágica. Esta alternativa también se está utilizando en China, Italia y otros países para tratar a los pacientes contaminados por el coronavirus.

En las puertas de los bancos de sangre de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, que tiene el mayor número de personas infectadas de toda Bolivia, es común ver a personas con carteles que piden donaciones de plasma.

Apoyo y autopromoción

En Bolivia circulan varias campañas de fomento de la donación de plasma. Empresas, supermercados, restaurantes, concesionarios de automóviles e incluso clubes de fútbol están aprovechando la oportunidad para promocionarse con la iniciativa.

En Imcruz, una de las principales tiendas de coches de Bolivia, cualquiera que presente una prueba de donación voluntaria de plasma competirá por un coche de 0 km. Una lechería está donando 100 litros de leche para seis meses a aquellos que han tenido el coronavirus y están haciendo lo correcto.

Una compañía de seguros ofrece una póliza de seguro de accidentes personales de 10.000 dólares a los que tuvieron Covid-19 y donaron plasma. Una cadena de supermercados también propone recompensar a 120 donantes de plasma con un vale por valor de 500 bolivianos (unos 72 dólares). Algunos clubes de fútbol en Bolivia ofrecen facilidades a los nuevos miembros que demuestren que han donado plasma.

Incluso Jeanine Áñez, la presidenta interina de Bolivia y candidata en las próximas elecciones presidenciales (previstas para el 6 de septiembre), ha prometido condecorar a los policías que donen el fluido.