Agroecología: la alternativa para garantizar alimentos
Alejandro Cuéllar, de la Asociación Comunitaria Unida por el Agua y la Agricultura; Óscar Alemán de FUNDASAL | Foto captura videoconferencia Foro del Agua
La pandemia del coronavirus debe impulsarnos a crear nuestros propios modelos de producción: así lo dicen organizaciones ambientales.
La pandemia del coronavirus solo ha recrudecido aún más el “hambre” en El Salvador, que es una problemática que desde hace años se viene estudiando debido a los embates que el Cambio Climático ha ido dejando.
Ahora con la llegada de la pandemia se vaticina que una buena proporción de salvadoreños tendrá dificultades para alimentarse, aún más dado que el desempleo, la producción se ha visto perjudicada por el COVID-19.
Estudios han señalado que el COVID-19 agudizará más el hambre en El Salvador. Un ejemplo de ello es que se está a las puertas de la época de cosecha y los agricultores están en cuarentena obligatoria.
Según Alejandro Cuéllar, de la Asociación Comunitaria Unida por el Agua y la Agricultura, la pandemia mantiene en vilo el calendario agrícola y advirtió que si no se cosecha a tiempo, se pone en riesgo la alimentación 2020-2021
“Si no se cumple con el calendario agrícola vamos a tener deficiencia de alimentos para muchas familias”, añadió Cuéllar.
Óscar Alemán de FUNDASAL dijo que la actual crisis del COVID- 19 debe ayudar a reflexionar, no solo a los tomadores de decisiones, si no a la sociedad salvadoreña a impulsar modelos agroecológicos que nos ayuden a producir alimentos para todo El Salvador y hacerlo bajo el cuido y conservación del medio ambiente.
“Tenemos ahora que repensar nuestra relación con la naturaleza y establecer huertos comunitarios y lo importante es que los gobiernos reconozcan a la agroecología como una alternativa y respuesta real y concreta que debe convertirse en una política de Estado”, indicó Alemán.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO) la agroecología es una disciplina científica, un conjunto de prácticas y un movimiento social. Como ciencia, estudia cómo los diferentes componentes del agroecosistema interactúan. Como un conjunto de prácticas, busca sistemas agrícolas sostenibles que optimizan y estabilizan la producción. Como movimiento social, persigue papeles multifuncionales para la agricultura, promueve la justicia social, nutre la identidad y la cultura, y refuerza la viabilidad económica de las zonas rurales. Los agricultores familiares son las personas que tienen las herramientas para practicar la Agroecología. Ellos son los guardianes reales del conocimiento y la sabiduría necesaria para esta disciplina. Por lo tanto, los agricultores familiares de todo el mundo son los elementos claves para la producción de alimentos de manera agroecológica, dice la FAO.
Produciendo nuestros alimentos e incrementándolos, El Salvador dependerá menos de las cosechas de otros países de la región y asegurará la alimentación de miles de familias.
Los expertos señalan que durante años la caña de azúcar y el café son los rubros que más se han apoyado por estar influenciados por grupos de poder, según las organizaciones eso perjudica la agricultura, pues la agroecología y pequeños productores son ignorados. Las organizaciones esperan que los gobiernos, tanto central como local, aseguren alimentos agroecológicos con productos más sanos y menos contaminados con tóxicos.