La medida afecta a las personas mayores de 6 años que deberán llevar cubrebocas también en las calles. Solo se permitirá prescindir excepcionalmente de las mascarillas cuando la vía pública esté muy poco frecuentada y permita guardar la distancia social de dos metros.
El presidente Pedro Sánchez no quiere que el desconfinamiento se le vaya de las manos, por lo que adopta todo tipo de medidas de seguridad para evitar un repunte de la epidemia. Sin embargo, el gobierno ya está acusando el desgaste.
A Sánchez cada vez le resulta más difícil conseguir que el parlamento apruebe periódicamente el estado de emergencia, vigente hasta el 7 de junio, y que le otorga poderes especiales. Sus dilatadas medidas de excepción están provocando el rechazo de la oposición en su conjunto en uno de los países más afectados de Europa.
En total, el virus ha dejado en España más de 27.700 muertes y 232.000 contagios diagnosticados.
La gestión de la crisis del gobierno ha sido fustigada en protestas en los últimos días en Madrid y en otras ciudades del país. Esas manifestaciones, donde centenares de personas exigen “libertad” y la dimisión de Pedro Sánchez, fueron censuradas este martes por el ejecutivo.
Las protestas “están pidiendo libertad de movimiento y eso lo que significa en este momento (…) es libertad para el contagio, libertad para afectar a la salud del conjunto de los ciudadanos”, dijo María Jesús Montero.
Un sondeo de un instituto público divulgado este martes mostró que la mayoría de los españoles apoyan el confinamiento y su prolongación, aunque se muestran divididos en cuanto a la confianza en la política del gobierno frente al covid-19.
Con AFP