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La prensa china acoge con cautela el acuerdo comercial preliminar con EE.UU.


Redacción YSUCA / 16 enero 2020 / 5:21 pm

Radio Francia Internacional

El viceprimer ministro chino Liu He y el presidente estadounidense Donald Trump firman la primera fase del acuerdo comercial entre ambos países. SAUL LOEB / AFP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el viceprimer ministro chino, Liu He, firmaron el primer capítulo de un acuerdo comercial en la Casa Blanca el miércoles 15 de enero. En Pekín, los medios de comunicación acogieron con satisfacción este primer paso, pero están esperando el resto de las negociaciones.

De nuestro corresponsal en Pekín, Stéphane Lagarde

Un “punto de partida”, un “buen comienzo”. Para la prensa oficial china del jueves, este acuerdo es en primer lugar una cuestión de confianza renovada entre las dos economías líderes del mundo, pero no es el fin de la guerra y “de ninguna manera una victoria unilateral”, como escribe el editorialista del Global Times.

Ni un ganador ni un perdedor, sino un acuerdo de “ganador-ganador”. Ocho horas después de la firma, las autoridades chinas publicaron una traducción del texto en mandarín, cuidando de no entrar en detalles. Y si esta noche después de la medianoche (hora china), la televisión central de China, a través de su filial anglófona (CGTN), transmitió la ceremonia de la firma en directo, la traducción simultánea se interrumpió cuando Mike Pence tomó el micrófono, ya que las autoridades locales desconfían del vicepresidente estadounidense, que no ha dudado en criticar el poder chino en sus discursos de los últimos meses.

La fase 1 es buena, pero para la fase 2 ya veremos, dicen en síntesis. Los medios de comunicación estatales no hablan de la continuación de las negociaciones en las que se discutirán temas delicados como los subsidios corporativos, la ciberseguridad y las cuestiones de reglamentación. Según algunos expertos chinos, para la continuación de las discusiones, será necesario esperar el resultado de las elecciones estadounidenses.

 

Las fases

La primera fase

Según el acuerdo preliminar del miércoles, conocido como “phase 1” (fase 1), firmado en Washington, China se compromete a aumentar sus compras de productos estadounidenses en 200.000 millones de dólares suplementarios durante los dos próximos años.

Por su parte la administración de Donald Trump renuncia a imponer nuevos aranceles a las exportaciones chinas.

Una segunda fase más compleja

Sin embargo la segunda fase del acuerdo necesitará muchas mas concesiones que la primera.

“China no parece haber hecho concesiones para las que de todas maneras no estaba preparada”, apunta el economista Xu Xiaochun, de la agencia de calificación financiera Moody’s.

El experto subraya que las disposiciones del acuerdo sobre servicios financieros y protección de la propiedad intelectual ya estaban en preparación antes de la guerra comercial.

El presidente estadounidense Donald Trump exige concesiones a Pekín que afectan al corazón mismo del sistema económico del régimen comunista, en particular en lo que concierne las subvenciones a empresas públicas.

Estados Unidos considera que estas empresas, en muchos casos poco rentables, están subvencionadas y se benefician de contratos de Estado por lo que obstaculizan la libre competencia.

Washington también denuncia el “robo” por parte de China de propiedad intelectual de compañías estadounidenses y exige nuevas disposiciones jurídicas para evitarlas, entre ellas multas disuasivas para los responsables de falsificación.

En esta cuestión el acuerdo del miércoles solo contiene orientaciones muy generales.

“China reconoce la importancia de establecer y de aplicar un sistema jurídico completo de protección y de aplicación de la propiedad intelectual”, indica el texto, en el que “las partes velan para que todas las personas físicas o morales pueden ser consideradas responsables de la apropiación ilícita de secretos comerciales”

Tensiones geopolíticas

La nueva fase de negociaciones podría verse lastrada por las tensiones geopolíticas entre ambas potencias y también por el freno de la economía de China, que podría incumplir su promesa de comprar en los próximos dos años productos estadounidenses por valor de 200.000 millones de dólares.

“A menos que la demanda china de productos agrícolas y energéticos estadounidenses se dispare, China tendrá que tomar la decisión política de sustituir las importaciones de otros países por las de Estados Unidos”, observan los economistas del banco ING, Timme Spakman e Iris Pang.

Por otra parte “el acuerdo no incluye cláusulas de ejecución sobre las promesas de compras de China”, añaden.

El texto sí indica que las compras se basarán en consideraciones comerciales y que “la situación de los mercados en particular en lo que afecta a los productos agrícolas, podrá afectar la fecha de compra para cada año en cuestión”.

¿Para cuándo el acuerdo final?

Las negociaciones para la segunda fase del acuerdo empezarán de inmediato, declaró la semana pasada Donald Trump, que quiere viajar a China.

Pero a perspectiva de una visita no fue confirmada el jueves por el ministro chino de Relaciones Exteriores ni tampoco la apertura de las negociaciones de la segunda fase.

“Es imperativo (…) aplicar la fase 1 del acuerdo”, se limitó a declarar el portavoz del ministerio, Geng Shuang.

Donald Trump aseguró por su parte que está dispuesto a esperar su posible reelección el próximo noviembre para alcanzar un acuerdo definitivo.

El acuerdo preliminar podría servir de argumento electoral para Trump.

“No estamos seguros que Estados Unidos sea partidario de retomar rápidamente las negociaciones”, dijo Xu Xiaochun, el analista de Moody’s.

Sin embargo el presidente chino Xi Jinping, que se enfrenta al freno de su economía, podría querer cerrar el trato antes de las elecciones en Estados Unidos para abolir los aranceles que todavía están en vigor.