Con Yasna Mussa, corresponsal de RFI en Santiago de Chile.
El presidente Sebastián Piñera endureció el tono este jueves al anunciar una serie de medidas de control del orden público y reunir al Consejo de Seguridad Nacional para hacer frente a las protestas sociales que siguen haciéndose sentir en varios puntos de Chile.
Por convocar al Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), que reúne a los poderes del Estado y a los jefes de las Fuerzas Armadas, el presidente chileno recibió severas críticas. El organismo, actualmente solo de carácter consultivo, fue todopoderoso durante la dictadura.
En sus anuncios, que incluyeron la creación de un equipo especial para perseguir a quienes cometan desórdenes, una sanción a las barricadas, un estatuto para la protección de policías y la modernización del sistema de inteligencia, el mandatario dejó fuera nuevas propuestas sociales y políticas, lo que despertó fuertes críticas en la oposición.
El recién nombrado ministro del Interior, Gonzalo Blumel, fue el encargado de hablar ante la prensa a la salida de la reunión: “Esta sesión del Consejo sirve para fortalecer quizás el deber más importante que tiene el Estado y todas las instituciones que forman parte de él, que es garantizar la seguridad y el orden público para que las personas puedan ejercer sus garantías fundamentales y sus libertades”, afirmó.
El secretario de Estado informó que en el caso del Congreso, se planteó la necesidad de fortalecer y apurar la tramitación de cuatro leyes para modernizar la seguridad y el orden público, mientras que a las Fuerzas Armadas se pidió fortalecer su rol en las tareas de inteligencia.
Críticas de la oposición
El presidente del Senado, Jaime Quintana, fue tajante y mantuvo sus críticas al final de la sesión, asegurando que “no fue necesaria ni productiva”, y aprovechó la instancia para pedirle al presidente Piñera que tome un camino distinto al que ha tomado en materia de demandas de la ciudadanía y la posibilidad de una nueva Constitución para Chile.
“Es apagar el fuego con bencina [gasolina]. El problema es político y eso tiene que entender el presidente”, lanzó el senador de la Democracia Cristiana Francisco Huenchumilla.
“La convocatoria del COSENA es la peor señal que se puede dar a la ciudadanía que exige un cambio pacífico. Favorece el protagonismo de los grupos minoritarios violentos, que buscan la confrontación”, estimó por su parte el senador del Partido Socialista José Miguel Insulza.
En la misma línea apuntó el presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores, quien subrayó que “no hay espacio para reactivar estados de excepción”.
Con AFP