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Internacionales

UNICEF: Los niños obesos también pasan hambre


Redacción YSUCA / 15 octubre 2019 / 12:26 pm

Radio Francia Internacional

UNICEF recomienda ampliar en la dieta de los niños las frutas y las verduras para combatir la desnutrición, la obesidady el sobrepeso. Facebook/Johannes Cullberg

Uno de cada tres niños menor de cinco años está desnutrido o sufre sobrepeso en el mundo. De los 667 millones de niños y niñas que habitan el planeta, la mitad sufre de carencias alimentarias. Cálculos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), en el mayor informe sobre esta problemática publicado en 20 años.

Según el informe, 149 millones de niños en el mundo son demasiado pequeños para su edad debido a una malnutrición crónica y 50 millones demasiado delgados respecto a su estatura a causa de una malnutrición aguda y/o a un problema de absorción de nutrientes.

Existen unos 40 millones de niños pequeños afectados por sobrepeso y obesidad en todo el mundo, incluido en los países pobres. Antes se creía que el sobrepeso y la obesidad eran la malnutrición de los ricos, pero ya no es el caso. Esta situación está estrechamente relacionada con la pobreza: afecta más a los países pobres y a las poblaciones en situación precaria de los países ricos, según UNICEF

“El sistema alimentario está fallándole a los niños. En los países en desarrollo porque no llegan los productos a la gente y los mercados no son capaces de abastecerse. Y en los países desarrollados está aumentando otra forma de malnutrición infantil que es la obesidad”, afirma a RFI el especialista de UNICEF en políticas públicas para la infancia, Gabriel González-Bueno.

La globalización de los hábitos alimentarios, la persistencia de la pobreza y el cambio climático están provocando que un número creciente de países acumule esta “triple carga” – desnutrición, sobrepeso y carencias -, según el informe.

 

Menos consolas y más caminatas

El experto agrega que – además de una comida variada en la que no se abuse de las grases saturadas, del azúcar, ni de productos muy procesados y en la se prioricen frutas y verduras- una buena alimentación incluye la actividad física.

“No es solo la dieta. Hay que limitar el uso de las consolas y salir a la calle. Hay que desplazarse mas andando, una actividad que cada vez olvidamos más en las ciudades” afirma González-Bueno.

“Hambre escondida”

UNICEF señala igualmente que unos 340 millones de niños sufren un “hambre escondida”, puesto que reciben el número de calorías suficientes pero carecen de minerales y vitaminas indispensables para su desarrollo, como hierro, yodo, vitamina A y C, debido sobre todo a una falta de frutas y verduras y de productos de origen animal.

“Esta situación se representa mucho en países qua dependen de un solo cereal o de un solo nutriente para la mayoría de las comidas. Y estas carencias pueden tener consecuencias físicas severas (sistema inmunitario deficiente, problemas de vista o de audición) e intelectuales”.

El fenómeno empieza desde muy temprano con una lactancia materna insuficiente y una diversificación alimentaria basada en productos inapropiados, según UNICEF. Lo agrava además la “creciente accesibilidad a los alimentos ricos en calorías pero pobres en nutrientes”, como la comida rápida y los fideos instantáneos.

Semáforo en rojo

Para el especialista de la infancia, todo el problema de la desnutrición, la obesidad y el sobrepeso infantil tiene que ver con políticas públicas, con la legislación y el sector privado y productores de alimentos.

“En el informe hablamos de que el sistema alimentario le falla a los niños o porque les esta demasiado mucho o demasiado poco. En concreto abogamos por el “semáforo nutricional”, un sistema de información muy sencillo que permite a los consumidores saber lo que consumen y elegir lo que consumen. Y además, le permite reformular a los productores sus productos de manera que sean mas nutritivos y, de esta forma,  evitar tener un rojo en la etiqueta de su producto”.

El organismo insta también a los gobiernos a promover los alimentos necesarios para una dieta equilibrada y a actuar para que sean accesibles económicamente.

El ejemplo de América latina

En el continente latinoamericano conviven la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad infantil. Pero al mismo tiempo, hay países cuyas políticas públicas para enfrentar estos problemas se han convertido en modelos para el mundo.

México y Chile son el claro ejemplo.

México ha incrementado los impuestos sobre los productos azucarados. En Chile se ha implementado un sistema similar al del “semáforo rojo” para detallar en las etiquetas de los alimentos sus nutrientes.

“El ámbito de la legislación es vital para abordar estos problemas que también se deben enfrentar desde el sistema educativo, de protección social y sanitario”, concluye el experto de UNICEF.