Con el enviado especial de RFI a Hendaya, Pierre Olivier.
Hay perfiles muy diferentes. En el campamento uno se topa con personas que van desde la anarquista de 23 años hasta la feminista que estuvo presente en varias cumbres anti-G7, así como a “chalecos amarillos” y a jóvenes que se definen como parte del movimiento proclima.
Pero todo el mundo está de acuerdo en una cosa: tienen la intención de hacer oír su voz, a pesar de sus puntos de vista a veces diferentes.
Este Contra-G7 está organizado en dos sitios. Primero está el campamento, donde miles de activistas están reunidos y duermen. Y está el lugar donde se llevan a cabo los talleres y congresos, en Irún, del lado español de la frontera.
En el orden del día figura, por supuesto, un debate sobre el medio ambiente, con una conferencia sobre los incendios de la selva amazónica, pero también una charla sobre los océanos y sobre la igualdad de género en el mundo.
Al final del día, se redactará y distribuirá una lista de propuestas con la esperanza de que los líderes que se reunirán el sábado en Biarritz la tomen en cuenta aunque sea mínimamente.
Estos días de reflexión también estarán marcados por acciones militantes. El sábado por la mañana habrá una marcha pacifista en Hendaya, a 30 kilómetros al sur de Biarritz.
Varios activistas admitieron que tienen la intención de acercarse lo más posible a Biarritz por la tarde, eso a pesar del impresionante dispositivo policial que ha sido desplegado. Es posible que entonces se produzcan enfrentamientos.