Por Pauline Blanc.
El sábado por la mañana, los habitantes de Ciudad de México se despertaron en una ciudad llena de grafitis feministas y ventanas rotas. El día anterior, miles de mujeres y hombres manifestaron para denunciar la violencia de género en el país centroamericano.
Con las imágenes que circularon en las redes sociales sobre los grafitis y daños al Ángel de la Independencia, símbolo de la capital, así como a las oficinas de la policía, las reacciones no tardaron en llegar. El viernes 16 de agosto, para el resto de la población, las mujeres activistas eran mujeres violentas.
Captura de pantalla de un video en el que se ve al Ángel de la Independencia cubierto con grafitis.
Ver a una mujer violenta no es muy común. Pocas forman parte de los grupos de vándalos en las manifestaciones. Pero este día, las mexicanas estaban enojadas. Estaban enojadas y cansadas de la violencia y las desigualdades a las que se enfrentan en su país.
Manifestantes atacan con un aerosol a un hombre que había atacado a un periodista durante la manifestación ‘No me protegen, me violan’, en Ciudad de México, el 16 de agosto de 2019. REUTERS/Luis Cortes
En pocos días, hubo dos cargos de violación de menores por agentes de policía. El 3 de agosto, una adolescente de 17 años regresa a su casa en Azcapotzalco, un barrio del norte de la capital. Según ella, una patrulla se acercó para escoltarla a su casa, y luego, una vez en el coche, cuatro agentes abusaron de ella. Seis agentes de policía fueron suspendidos, pero no se efectuaron detenciones. La Fiscalía informó de incoherencias en el relato de la joven.
La semana siguiente, una joven de 16 años dijo que un agente la violó en un museo de fotografía. El hombre, Edgar N., de 25 años, afirmó que la chica era consentida, lo que ella negó. Él fue arrestado.
Dos casos que se repiten, apenas un mes después de que dos policías fuesen detenidos por la violación de una indigente en un hotel de la céntrica colonia Tabacalera.
Estos casos encendieron la mecha de la pólvora, empujando a muchas personas a salir a la calle y a compartir masivamente el hashtag #NoNosCuidanNosViolan en las redes sociales.
En México, casi la mitad de las mujeres son víctimas de violencia doméstica y, según las Naciones Unidas, nueve mujeres son asesinadas cada día, a veces después de haber sufrido violencia sexual.
En este país, la confianza en la aplicación de la ley es baja, puesto que los casos de violación no se toman lo suficientemente en cuenta. En 2017, 3.430 mujeres murieron a causa de un presunto homicidio, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Las feministas están constantemente dando la alerta sobre los feminicidios, es decir los asesinatos de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia.
Y en este mes de agosto, las mujeres mexicanas de preguntarse: “Quién nos cuida de la policía?”.
Manifestación contra la policía en el barrio de Azcapotzalco, el 12 de agosto de 2019, Ciudad de México. ALFREDO ESTRELLA / AFP