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Redacción por BBC Mundo
Ambos jefes diplomáticos se reunieron en la ciudad rusa de Sochi para discutir varios temas cruciales de la agenda internacional, incluyendo el estado de las relaciones bilaterales, los acuerdos sobre control de armamento nuclear, la cooperación contra el terrorismo y la situación en países como Siria, Ucrania y Afganistán.
La crisis política en Venezuela fue un asunto central dentro de esa amplia agenda, según destacaron ambos funcionarios.
En una rueda de prensa conjunta, Pompeo explicó que durante el encuentro había urgido a Rusia a apoyar el “retorno de la democracia” en Venezuela y a quitarle su apoyo al presidente Nicolás Maduro.
“A Nicolás Maduro le llegó la hora de irse, él no ha traído más que miseria a los venezolanos y esperamos que el respaldo de Rusia a Maduro acabe”, señaló Pompeo.
El funcionario estadounidense destacó que Venezuela es un país con grandes riquezas que necesita reconstruirse pero advirtió que para que eso ocurra es necesario que puedan realizarse elecciones libres.
Su petición de que Moscú retire su soporte a Maduro, sin embargo, fue rechazada por Lavrov, quien dijo ante la prensa que las amenazas de Washington contra el mandatario venezolano no tienen nada que ver con la democracia.
“La democracia no se logra por la fuerza”, dijo el diplomático ruso, quien recordó lo ocurrido en Irak y Libia, donde la intervención extranjera no trajo los resultados que se buscaban.
En ese sentido, Lavrov expresó el apoyo de Moscú a fórmulas como el mecanismo de Montevideo, una iniciativa impulsada por los gobiernos de México y Uruguay para buscar una salida negociada a la crisis venezolana a través del diálogo entre las partes.